La rapidez con la que avanzó el fuego en la sierra de Barbanza redujo la afectación sobre el suelo
![Marta Gómez Regenjo](https://img.lavdg.com/sc/SQ0Kd7rnaYKV3pwHz_ETzEVB-FM=/75x75/perfiles/192/1622638414301_thumb.jpg)
BOIRO
![](https://img.lavdg.com/sc/Ceiwp3GciS3AD0CX7DW1vuMhWWc=/480x/2022/08/17/00121660752962185918293/Foto/BG18C3F1_181441.jpg)
El conselleiro de Medio Rural se reunió con los alcaldes para analizar los daños del incendio y valorar las medidas a adoptar para prevenir nuevos desastres
18 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Viendo el negro paisaje que dejó a su paso el incendio que hace dos semanas comenzó en Boiro y que avanzó por la sierra hasta Ribeira podría pensarse que las llamas fueron devastadoras. Sin embargo, tras analizar el terreno, los técnicos creen que no lo fue tanto. El fuego avanzó a una velocidad inusitada, y aunque eso complicó su labor a los equipos de extinción, la rapidez con la que se propagó redujo la afectación sobre el suelo. Esa es una de las conclusiones extraídas tras la reunión que el conselleiro de Medio Rural, José González, y técnicos del Centro de Investigación Forestal de Lourizán mantuvieron con los representantes de los cuatro concellos de la mancomunidad Barbanza Arousa.
Una de las especialistas que inspeccionó la zona afectada, Cristina Fernández, explicó que la afección sobre el suelo fue, en general, baja y solo fue moderada en puntos concretos en los que se evaluará la posibilidad de adoptar medidas paliativas, a mayores de las que ya se están ejecutando con carácter urgente por Augas de Galicia en el entorno de varios cauces fluviales. La erosión del terreno y la posibilidad de arrastres de cenizas era una de las grandes preocupaciones tanto de los regidores como de las comunidades de montes, que pudieron hacer llegar sus demandas al conselleiro a través de los alcaldes.
Demandas de las entidades
De hecho, en los días previos los mandatarios mantuvieron encuentros con representantes de los comuneros y recogieron en un documento sus peticiones. La lista es larga, pero entre los puntos tratados figura la necesidad de que se agilice la retirada de la madera que aún es viable para su venta antes de que pierda más valor o el acceso a posibles ayudas. Las demandas fueron recibidas de buen grado y González explicó que en algunas de ellas ya se estaba trabajando.
En este sentido, los responsables municipales valoraron positivamente la reunión con el conselleiro, aunque estarán expectantes. El alcalde de A Pobra y presidente de la mancomunidad, Xosé Lois Piñeiro, considera que el encuentro fue fructífero: «Agora hai que ver como se materializan os compromisos adquiridos». En términos similares se expresó su homólogo boirense, José Ramón Romero: «O que manifestei é que o que se puxo enriba da mesa non pode quedar en papel mollado, porque levamos anos arrastrando o problema dos lumes».
En representación del Concello de Ribeira acudió a la convocatoria la teniente de alcalde, María Sampedro, que destacó la sintonía existente entre los cuatro concellos y Medio Rural: «Imos todos na mesma liña e o que hai que facer é poñerse a traballar para que estes grandes incendios non se convertan en algo cíclico, e é importante que se conte coas comunidade de montes porque son as que mellor coñecen o territorio».
Planificación y gestión integral
Aunque esta vez el fuego no llegó a Rianxo, en la reunión también estuvo su alcalde, Adolfo Muíños, no solo porque el municipio rianxeiro haya sufrido también importantes fuegos forestales en los últimos años, sino porque se trataron medidas tanto a medio como a largo plazo para prevenir las llamas y paliar sus consecuencias. De hecho, este fue un aspecto en el que se incidió especialmente y en el que tanto los representantes locales como la Administración autonómica están de acuerdo. «Non é só unha cuestión da consellería e dos concellos, queremos implicar á xente que vive no territorio tratando de facelo o máis resiliente posible aos incendios forestais», explicó el conselleiro.
De lo que se habló es de la necesidad de ordenar el territorio, hacer una planificación y diversificar los usos del monte: «O que está claro é que hai que cambiar o modelo e facer unha planificación do monte», concluyó el alcalde de Boiro.
Asimismo, los regidores también trasladaron algunas preocupaciones relativas a ciertos desajustes en el operativo de extinción, la necesidad de reforzar el control de los accesos a las zonas quemadas mientras los medios contraincendios estén todavía trabajando o mejorar los puntos de captación de agua.
Los técnicos ya están trabajando en las zonas sensibles
El riesgo de arrastres de ceniza se concentra en algunos tramos concretos, y en las zonas más sensibles los técnicos de Augas de Galicia están trabajando desde principios de esta semana para evitar las escorrentías. En concreto, se está actuando en el entorno de dos cauces fluviales de Ribera, el de As Lobeiras y el regato de Castelo, espacios especialmente sensibles por su proximidad a núcleos poblados.
Los concellos se brindan a ayudar en la recuperación
Los técnicos han delimitado las zonas con mayor afectación y riesgo de erosión y en ellas se aplicará el mulching, que consiste en depositar paja sobre el suelo para fijar el terreno. Sin embargo, los concellos se brindaron a colaborar y a ampliar esa labor a otras zonas que les preocupan con medios propios o con voluntarios, en coordinación con Medio Rural. Xosé Lois Piñeiro avanzó que en A Pobra se hará.
González se verá con representantes de los comuneros
Dado que son los principales afectados por el incendio y que la intención de Medio Rural es implicar a las entidades en las políticas de prevención y planificación del territorio, el conselleiro se comprometió a reunirse con representantes de las comunidades de montes de la zona. El objetivo es escuchar de primera mano sus demandas y aseguró que los citará antes de que concluya el mes de agosto.