Suso Santamaría, tres décadas al frente de A Pousada en Boiro: «Empecei con 200.000 pesetas que me deixou meu pai»

María Xosé Blanco Giráldez
M. X. Blanco RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

CARMELA QUEIJEIRO

El hostelero lidió una dura batalla para cumplir el sueño de tener una sala puntera en Galicia

26 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Un concierto de Triángulo de Amor Bizarro abrirá este fin de semana los actos del trigésimo aniversario de A Pousada da Galiza Imaxinaria. El propietario, Suso Santamaría, quiere celebrar por todo lo alto la larga trayectoria de su local, un camino que no ha estado exento de obstáculos, que ha sabido superar a golpe de trabajo y mucha ilusión. Reconoce que mantener en Boiro una sala que está al nivel de las de las grandes ciudades no ha sido fácil, pero es el negocio con el que soñó cuando estudiaba en Santiago, una fusión entre su pasión por las artes escénica y musical, y la vocación hostelera que le viene de familia.

Fue un 15 de diciembre cuando Suso Santamaría abrió las puertas de su local, en aquel momento, Guajiro: «Empecei con 200.000 pesetas que me deixou meu pai, diñeiro que utilicei para comprar bebidas e outra mercancía». La apuesta era arriesgada, tanto por la ubicación, alejada del epicentro de la movida en aquel momento, que era la calle Principal, como por el formato: «Á xente de aquí custáballe vir; de feito, movía máis público de Santiago ou Pontevedra que de Barbanza». Era el bum de la salsa y el merengue, ritmos que sonaban cada noche en un local que sorprendía con su programación cultural: «Eu estaba estudando en Santiago e bebía moito da Nasa. Tentaba traer para Boiro o que vía alí e me parecía interesante». Quico Cadaval, Carlos Blanco y Luís Tosar fueron algunos de los narradores que pisaron el escenario en aquella época.

Los comienzos fueron duros, pero el empresario nunca renunció a su sueño; ni siquiera cuando, a finales de los 90, tuvo que emigrar a Inglaterra para mantener abierto el local: «Traballaba dez horas ao día e programaba desde alí, a golpe de teléfono». Vivir de la que era su pasión siempre fue su máxima: «Se hai que chorar, chórase, pero un día, porque lamentarse non vale de nada».

Algún bache y muchos éxitos

En vez de tirar la toalla, cuando las cosas no iban bien reformulaba su idea empresarial: «Teño catro lápidas na Pou de outros tantos negocios que pechei, porque os proxectos acábanse e, ás veces, de forma traumática. Arruinado nunca estiven, pero si que me vin obrigado a pechar para reabrir con outra filosofía distinta».

La lista de los artistas que a lo largo de estos treinta años han pasado por el establecimiento de Suso Santamaría es inmensa, pero se queda con aquellos que marcaron un punto de inflexión en su sala. Y el primero es Javier Krahe: «Coñecino na Expo de Sevilla e dous anos despois coincidín con el en Santiago. Aí foi cando conseguín convencelo para que viñera. Aquela primeira actuación custoume case 600.000 pesetas, pero a partir de aí xa non me aplicaba o caché completo».

No se olvida de Narf ni de Quico Cadaval: «É parte importante do local, non só polas actuacións aquí, senón porque exerceu sempre de embaixador e tróuxome a artistas incribles». Pero reconoce que fue el concierto que Siniestro Total ofreció en el 2013 el que marcó el despegue de las sala. La estela que dejó esta banda atrajo a Xoel López, Depedro, Juan Perro... para situar A Pousada entre las salas punteras de Galicia.

Ahora Suso Santamaría quiere devolverle a sus clientes incondicionales el apoyo brindado a lo largo de estos años, con un cartel de lujo para este trigésimo aniversario. Triángulo de Amor Bizarro dará el pistoletazo de salida el sábado y Quico Cadaval tomará el relevo el domingo. En noviembre pasarán por la sala Kitai, Çantamarta y Celso Sanmartín. Y para el 15 de diciembre, el hostelero prepara un encuentro de 400 personas con cena, copas y una jam session. Aunque la programación todavía no está cerrada, el empresario contará con Xavier Díaz para la última foliada del año, el 29.

Tras media vida de trabajo y esfuerzo para mantener viva su Pousada, Suso Santamaría sigue mirando al futuro con ilusión: «Véxoo cheo de esperanza, porque o bo sempre é o que está por vir». El boirense asegura que su objetivo no es otro que seguir cumpliendo su sueño: «Teño moitos proxectos para a miña sala, pero tamén me gustaría organizar actividades conxuntas a nivel Barbanza».