Dejan la ciudad para emprender en el rural: «Traballaba 12 horas, non tiña vida»

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA

CARNOTA

Ambos profesionales en una jornada de trabajo para una empresa de su municipio.
Ambos profesionales en una jornada de trabajo para una empresa de su municipio. CEDIDA

Santiago Cubelo y Nuria Pampín volvieron a Carnota buscando un futuro con menos estrés y más tiempo libre

25 jun 2024 . Actualizado a las 20:48 h.

Decirle a alguien que acepte un empleo que no le hace feliz es muy fácil. La frase «ponte a trabajar» tiene tan solo 14 letras, pero acarrea decenas si no cientos de consecuencias de esas que nadie aprecia a simple vista.

Ojos cansados, dolores de espalda que no se van y pequeños problemas de salud van emergiendo hasta que, de repente, la persona tiene que decir basta. Algo parecido fue lo que le pasó al carnotano Santiago Cubelo cuando se dio cuenta de que ya no podía soportar más las largas jornadas laborales a las que estaba sometido.

De aquella vivía en la capital gallega, y aunque tenía todos los ingredientes de la supuesta receta de la vida ideal, algo fallaba en el sabor final de este complejo plato. ¡A sí! Lo que le faltaba era tiempo para hacer algo más que no fuese gastar los días igual que lo haría un autómata en cualquier fábrica: «Tiña a necesidade de deixalo todo, de irme de Santiago e volver a Carnota»

El chico admite que tomó la decisión con un objetivo muy claro: Tener una mayor calidad de vida, algo que, según él, no se puede conseguir tan fácilmente en las grandes urbes. Las condiciones de trabajo, comparte, también afectan a la situación por la que atraviesan muchos jóvenes, que se debaten entre seguir creciendo laboralmente o tomarse un descanso para cuidar su salud mental: «No meu caso era inviable, traballaba 12 horas ao día, non tiña vida, non podía quedar cos amigos nin con ninguén porque sempre estaba ocupado».

Negocio propio

Parecida fue la situación por la que estaba pasando Nuria Pampín, que se había pedido una excedencia y esperaba también volver a Carnota cuanto antes. Las ganas de escribir su futuro por su cuenta impulsaron a ambos a crear Remedia, un emprendimiento con el que los chicos buscan introducir a los nuevos negocios del rural en el mundo de las redes sociales ofreciéndoles servicios innovadores.

Todo surgió después de una pequeña promoción que hicieron para un amigo que acababa de abrir una hamburguesería: «Pediunos que lle leváramos a comunicación e vimos que tiña moito tirón, de feito, para este ano díxonos que non subíramos tantas cousas porque ten o local cheo de xente todos os días», comenta Cubelo.

La necesidad de estar presente en internet es algo que aún no ha aterrizado con fuerza suficiente en los dueños de los pequeños establecimientos del rural, considera, pues la mayoría son conscientes de que debería hacer un mayor esfuerzo por buscar nuevos seguidores pero admiten que no invierten mucho tiempo en la creación de contenidos.

El profesional opina que este tipo de planteamientos tiene que ver con la idea que durante muchos años ha imperado en las zonas poco pobladas de Galicia: «Criáronnos na mentalidade de que aquí non hai futuro, de que a única maneira de crecer como empresa é irse lonxe de aquí».

«Estamos chegando tarde a este mundo». Esta es la frase con la que el chico resume buena parte de la manera de actuar de los autónomos y emprendedores de la comarca, que aún no acaban de darse cuenta del peso que una buena comunicación a través de internet puede tener en las cuentas de su negocio.

Señala que Remedia es aún un proyecto que acaba de empezar a andar, pero que lo hace con el objetivo de buscar un futuro sostenible para municipios como Carnota, en los que los meses de invierno son sinónimo de ventas bajas: «Aquí os cartos fanse en verán e o resto do ano vaise aguantando». Lo bueno es que el boca a boca y, por supuesto, los posts, están haciendo crecer su proyecto.