Desde Italia y Turquía hasta Lousame para vivir un verano solidario como voluntarias

Letizia Saccani y Fatma Erdemoglu han llegado este año a Lousame, desde Italia y Turquía, respectivamente, como voluntarias del Cuerpo Europeo de Solidaridad. Ambas ejercían otros voluntariados en sus países, pero vinieron buscando abrir horizontes.

Fatma lo estaba deseando: «España era mi sueño desde la infancia». Estuvo antes en Madrid y Segovia, pero comenta que no tienen nada que ver con su nuevo destino para este verano: «Esos lugares estaban llenos de gente, Lousame no es así». Además, nota que aquí es todo muy diferente a su país. Ella nació en la capital turca, Estambul, pero hace unos años se mudó a Elazig, una ciudad más pequeña, aunque con mayor población que cualquier municipio barbanzano.

Ambas residen en grandes ciudades y les resulta chocante lo accesibles que son Lousame, donde realizan las actividades, y Noia, donde residen en un piso en Bergondo. Letizia, que ha pasado los últimos años entre Milán y Parma, lo destaca como un aspecto positivo: «Me gusta poder ir caminando a todas partes». Dice que, sobre todo, disfrutar de la naturaleza. En este aspecto la secunda Fatma, que ensalza la naturaleza de Lousame.

La italiana destaca el casco antiguo de Noia, con sus estrechas calles, sus casas de piedra y sus edificios históricos. A Fatma no es la arquitectura lo que más le llama la atención en este lugar, sino su gente, que describe como muy amable y relajada: «Me siento segura, como en casa».

La razón por la que ambas eligieron este municipio fue, en parte, por la descripción del proyecto, eran cosas que encajaban con lo que ya habían hecho antes. Coinciden en que lo que más les gusta es trabajar con niños, por lo que disfrutan mucho del campamento de verano y las clases de inglés. Además. las actividades que realizan en el centro de día de Lousame con los mayores le sirven a Fatma como aprendizaje para su trabajo como enfermera.

Aprender el idioma

Otro punto que destaca Letizia es la predisposición para aprender el idioma, con el que ya se maneja bastante bien. A Fatma le cuesta un poco más, pero ya sabe algunas cosas básicas con las que desenvolverse: «Me pongo muy nerviosa cuando no soy capaz de expresarme, pero la gente siempre me tranquiliza».

Vinieron a ciegas, con las expectativas abiertas, y se han llevado una grata sorpresa con lo que se han encontrado. Un ambiente distinto al suyo, pero que les ha fascinado. De momento, a parte de Lousame y Noia, también han visitado otros lugares como Boiro y Ribeira, este último ha sido el que más le ha gustado a la voluntaria de Turquía.

A parte de los distintos sitios, les ha sorprendido la gente, a Fatma le parece que aquí son muy deportistas: «A los gallegos les gusta mucho caminar». Las invitan con regularidad para dar paseos, aunque no están acostumbradas aceptan encantadas.

Lo que más llama la atención a la voluntaria italiana es la familiaridad: «Todo el mundo se conoce y se saluda por la calle, me extraña un poco, pero me gusta también». Es algo que en las ciudades en las que ha vivido le resulta impensable.

Realizarán en Lousame las actividades del programa Leisure activities in english. Y durante su tiempo libre continuarán visitando localidades y aprendiendo aspectos sobre la comarca.

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