Vecinos, cofradías y cooperativas de la comarca organizan recogidas de basura
28 sep 2021 . Actualizado a las 04:47 h.Los vertidos de plásticos en el mar suponen una de las guerras más preocupantes del cambio climático. En el 2020, un estudio de la universidad de Southampton, en Reino Unido, calculaba que existían entre 12 y 21 millones de toneladas de residuos marítimos en el océano Atlántico. Para luchar contra esta realidad, cada vez son más las iniciativas que se centran en la concienciación y el aprendizaje sobre los residuos en las playas.
La problemática de los restos de plásticos en el mar, y su impacto en la industria pesquera, se recoge en la estrategia circular 2019-2030 de la Xunta de Galicia. Como soluciones para frenar estos impactos, las autoridades proponen actuaciones conocidas como «pesca de basura».
Todas estas actividades son financiadas con dinero del fondo marítimo europeo. Entre otras, se encuentran los proyectos llevados a cabo por las cofradías de Muros y O Pindo, que compensan a 55 mariscadoras por acciones de limpieza, sostenibilidad y concienciación en la zona. Las actuaciones enmarcadas en esta iniciativa están dotadas con un presupuesto de 67.300 euros para este año. Varias de estas campañas están sobre todo dirigidas a los más jóvenes, haciéndoles partícipes del cuidado de su entorno natural. En la cofradía de O Pindo, por ejemplo, a finales de agosto las sesiones de formación y limpieza se complementaban con talleres de artesanía.
Otras iniciativas de retirada de plásticos se llevan a cabo por entidades independientes, lo que no quiere decir que no consigan resultados. El sábado, por ejemplo, la fundación LimpOcean consiguió juntar a más de 30 voluntarios para realizar una recogida de residuos en la playa de Castro Catía, en Ribeira. Padres e hijos trabajaron durante dos horas y media en las que consiguieron amontonar un total de 115,7 kilogramos de basura. «Los pequeños son los que más se identifican con la causa», comenta Ricardo Badía, fundador de la entidad. «Lo hacen todo con mucha energía y curiosidad, son los que más captan y entienden que su futuro depende de la conservación y la limpieza de estos lugares».
Limpieza de fondos marinos
Con todo, las playas no son el único lugar donde terminan los residuos. Muchos de ellos se quedan en el fondo del mar, lo que hace aún más difícil su eliminación. Sin embargo, actuaciones como las llevadas a cabo por la Cooperativa OPP 83, de Ribeira, presentan una salida al problema.
Su colaboración con la asociación Vertidos Cero tiene como prioridad dar apoyo a los pescadores para la recogida y posterior eliminación de productos contaminantes en el mar. Ahora mismo, según indica Xanxo Muñiz, de la cooperativa, hay diez buques destinados a esto. Este tipo de operaciones se conocen como «pesca pasiva», en la que los barcos de arrastre acompañan a pesqueros.
«O lixo mariño que pode vir nas redes dos buques é recollido e depositado en sacos a bordo dos mesmos», explica Muñiz, sobre el proceso recogida: «Unha vez é descargado, é revisado polos especialistas da Asociación Vertidos Cero antes de ser entregado á empresa encargada de xestionar o seu tratamento».
La idea de este convenio es que después sea esta última quien se encargue de la clasificación para facilitar el trabajo a los que gestionan los residuos. «El objetivo final es conocer la fuente de estos desperdicios. Podemos limpiar todo lo que queramos, pero si no sabemos de donde provienen es difícil encontrar una solución», dice María Cabrera, jefa de prensa del proyecto.
Actualmente trabajan con cooperativas de Muros y de Ribeira. Esta colaboración ha permitido que en el año 2020 se recuperasen 154 kilos de basura, en su mayoría plásticos, que supusieron un 69 % del total recogido.