La turbidez del agua le cuesta la reprobación al alcalde de Noia

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez NOIA / LA VOZ

NOIA

MARCOS CREO

La oposición criticó que Freire hablase de normalidad cuando el líquido no era apto

01 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Buena parte del pleno que reunió a la corporación de Noia el jueves por la tarde la capitalizó una moción del PSOE para reprobar al alcalde de Noia. El tirón de orejas venía a cuenta de los episodios de turbidez del agua y fue aprobada con los votos a favor de toda la oposición en bloque.

La principal crítica dirigida al regidor tiene que ver con los últimos episodios de turbidez registrados hace unas semanas y la respuesta de Santiago Freire a esa situación, afirmando que el agua de la red de abastecimiento era apta para el consumo cuando se sucedían las quejas de ciudadanos por el color del líquido y el mal olor que despedía. Esto generó, según el portavoz del PSOE, Francisco Pérez, «problemas de contaminación na rede de subministración, xerando alarma entre os residentes que levou incluso a pedir analíticas particulares que demostraron que a auga non era adecuada para o consumo».

Para el portavoz socialista, «é inadmisible que nunha situación tan crítica non se informe adecuadamente á poboación nin se tomen as medidas necesarias para previr riscos sanitarios».

Los demás grupos de la oposición se sumaron a estos posicionamiento, añadiendo un agravante al recordarle a Freire que el agua fue uno de los argumentos sobre los que se sustentó la moción de censura que le llevó a la alcaldía en el 2016 «prometendo solucionar o problema da auga en cuestión de meses, e 9 anos despois aínda está en obras». El BNG añadió que la reprobación es merecida porque «o PP foi o primeiro en facer demagoxia con este tema», mientras que la Marea señaló que la actuación del regidor en este asunto crea «dúbidas na xente sobre se o que vostede di está avalado por análises».

Por parte del gobierno local, el NOIA rechazó la reprobación, apuntando entre otros aspectos que esta moción llega precisamente cuando se están acometiendo las obras de mejora de la planta de tratamiento. Mientras, Santiago Freire afirmó que las analíticas realizadas al agua presentaban unos parámetros que entran dentro de los valores aptos para el consumo y defendió que las mejoras realizadas desde el 2016 han permitido reducir los episodios de turbidez.

Sus argumentos no convencieron a los demás grupos y la reprobación salió adelante.