Vacíos

Ana Gerpe EL BALCÓN

NOIA

CARMELA QUEIJEIRO

Las cafeterías hacen pueblo y son necesarias

28 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay municipios con aldeas desangradas poblacionalmente en las que hasta dirigentes municipales han ofrecido alojamiento gratis a quien decidiera hacerse cargo del único bar para reabrirlo. Hace solo unos días, este medio publicaba la decisión de un matrimonio de origen uruguayo que apostó por irse a Moimenta para volver a levantar la verja del bar que había cerrado recientemente. Las cafeterías hacen pueblo y son necesarias.

También lo es el comercio, porque comprar por internet cómodamente sentado en el sofá de casa tomándose un aperitivo es tan cómodo como frío. Por mucho que el negocio virtual evolucione y las páginas web interactúen hasta envolver al internauta, lo cierto es que no deja de ser una persona frente a una máquina.

El pequeño comercio es fuente de riqueza, de vida y también ayuda a hacer piña. Sin embargo, la misma prisión digital que lleva a ver a media docena de chavales juntos mirando cada uno su teléfono sin dirigirse la palabra está conduciendo al cierre de cada vez más pequeños comercios.

Calles céntricas de Ribeira, llamadas a ser centro neurálgico de la actividad comercial, acumulan una sucesión de bajos que no logran quien vuelva a levantar la verja. Algunos solo precisan mínimos ajustes para que vuelvan a iluminarse las luces de los escaparates. Lo mismo sucede en A Pobra, Noia o Muros.

Las asociaciones de empresarios hacen cada vez un mayor esfuerzo por atraer a la clientela con todo tipo de incentivos. El mayor incentivo debiera ser percibir la vital importancia que tiene el pequeño comercio.