Pese a ser un edificio considerado prioritario, no fue estrenado hasta tres años después
13 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.De histórico se calificaba el acto público que tenía lugar en Ribeira hace 34 años. Diversas autoridades, entre las que se encontraba el entonces director general del ISM, Constantino Méndez, asistían a la colocación de la primera piedra de la Casa do Mar, unas instalaciones que los vecinos venían reclamando desde hacía tiempo, puesto que estaban llamadas a mejorar notablemente los servicios sanitarios y culturales.
El edificio, presupuestado en más de 800.000 euros, incorporaría cinco consultas de medicina general, además de estancias para especialistas como pediatra y odontólogo. La otra mitad tendría carácter lúdico, con sala de televisión y biblioteca para la tercera edad, así como un auditorio con más de 200 butacas.
Por aquel entonces, los servicios sanitarios se prestaban en un pequeño piso situada en la entreplanta de la Caja de Ahorros, de ahí que varias corporaciones habían puesto su empeño en conseguir la Casa do Mar.
Pese a estar considerada una actuación prioritaria, los ribeirenses no estrenaron el edificio hasta enero de 1988.