Ocho familias okupas de Ribeira fijan su residencia en pisos embargados

a. lorenzo / a. parada RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

CARMELA QUEIJEIRO

El juzgado está tramitando una denuncia por la okupación de una casa en Palmeira

05 jun 2020 . Actualizado a las 12:02 h.

Familias desestructuradas, con hijos, que han perdido su vivienda y que no tienen ninguna fuente de ingreso. Ese es el perfil más habitual de los okupas que existen en Ribeira, y que en la actualidad están residiendo en ocho pisos que fueron embargados y que pertenecen a los bancos en las zonas de Ameixida, Aguiño, Corrubedo, As Saíñas o Palmeira. El responsable de la plataforma Stop Desahucios en Barbanza, José Manuel Pena, conoce perfectamente la situación que atraviesan estas personas y, aunque les han ofrecido otras alternativas, es consciente de que para muchos de estos vecinos sin recursos esa es la salida más fácil.

[Ribeira] también es donde hay más bloques de pisos que han sido embargados por los bancos y que ahora pertenecen a fondos buitres»

La capital barbanzana es la que concentra el mayor número de casos de okupación ilegal de inmuebles, «porque también es donde hay más bloques de pisos que han sido embargados por los bancos y que ahora pertenecen a fondos buitres», afirma. Se trata casi siempre de urbanizaciones con un gran número de viviendas vacías y con pocos vecinos que solo vienen en verano.

A esto se une que las entidades bancarias tampoco tienen un control diario sobre estas viviendas, lo que provoca que puedan convertirse fácilmente en residencia de okupas. Al no haber propietarios físicos, tampoco hay denuncias por okupación de inmuebles, y los juzgados de Ribeira solo están tramitando en estos momentos una por un caso ocurrido en Palmeira.

Para Pena, esta situación viene derivada del fracaso del plan Aluga de la Xunta, «porque la gente no llegó a colaborar e inscribir nunca sus viviendas, prefieren tenerlas vacías todo el año y ganar dinero en el verano, aunque sea de forma ilegal». Explicó que ese proyecto del Instituto Galego da Vivenda e o Solo era muy beneficioso para los propietarios, «puesto que si el inquilino no pagaba o causaba algún desperfecto, el seguro de la Xunta corría con los gastos».

Viviendas abandonadas

También existe otro perfil de okupas en la comarca de Barbanza, relacionado normalmente con el trapicheo y consumo de drogas, y que suelen fijar su residencia en casas abandonadas.

En Ribeira se han registrado en los últimos años varios incidentes en inmuebles de este tipo, donde se han producido incendios, e incluso algún fallecimiento. En varios de estos edificios, el Ayuntamiento decidió tapiar todas las entradas y ventanas para evitar que volvieran a colarse nuevos inquilinos.

Los propietarios pueden tardar tres meses en recuperar el inmueble

El abogado Juan Folgar reconoce que no es nada fácil conseguir que un okupa abandone un inmueble. «Si el caso va por la vía penal, el proceso se puede alargar muchísimo. Y, si hay suerte y va por la civil, un poco menos, pero como mínimo entre tres o cuatro meses», explica. También puede suceder que las familias okupas denuncien al propietario del inmueble por un delito de coacciones o amenazas si les manda desalojar la casa.