La lonja de Ribeira hace de la variedad de especies su fortaleza para atraer barcos

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

Elena Fernandez

El aumento del precio medio del pescado permite mantener la facturación por encima de los 40 millones, pese al descenso de capturas y del consumo

23 jul 2024 . Actualizado a las 09:13 h.

Asentada en uno de los principales puertos de bajura de Europa, la lonja de Ribeira encabeza en Galicia la venta de pescado, con más de 11 millones kilogramos subastados desde enero frente a los 10 millones de Vigo o A Coruña. Su gran fortaleza es la diversidad de especies que pone en juego, fundamentalmente en la puja de las 18.30 horas. Más de 200 compradores registrados, desde placeros a chefs de restaurantes o grandes distribuidores libran cada tarde una batalla para conseguir las mejores piezas entre una oferta casi infinita. Esta pugna de cotizaciones revaloriza la mercancía, factor que permite a la rula atraer barcos que descarguen su mercancía buscando obtener el máximo rendimiento por sus capturas.

La concentración, frente a rulas con menor capacidad o limitadas a un grupo reducido de especies es su salvavidas para continuar a flote en un futuro marcado por la caída de la flota, de las capturas y del consumo. Afirma el gerente de la empresa que gestiona la rula, Fernando Carreira, que «la tendencia continuará siendo que cada vez se pescará menos y que el producto será más caro».

Los números

La rula tuvo su mayor facturación en el 2018, cuando alcanzó los 43,4 millones de euros con la subasta de 28,7 millones de kilogramos de pescado. Al año siguiente, la quiebra de dos potentes empresas armadoras implicó que media docena de arrastreros dejaran de operar y eso tuvo un significativo impacto.

Sin embargo, su capacidad de atracción permite que continúe navegando con estabilidad. Barcos de Muros, Cambados o Portonovo han tomado Ribeira como puerto de descarga, compensando lo que se había perdido por otro lado.

La actividad en las rulas está cada vez más concentrada y la de Ribeira reúne el potencial suficiente para ser una de ellas. En los últimos ejercicios, pese a las dificultades, mantiene una facturación que supera los 41 millones de euros. Este año sobrepasa ya los 21 millones de euros y las cifras discurren muy parejas a las del 2023.

La dinámica avanzada por Fernando Carreira se constata, dado que el precio medio de los pescados y mariscos subastados es de 1,88 euros, frente a los 1,42 euros del pasado ejercicio.

En un contexto de crisis marisquera, que ha reducido a mínimos la actividad en otras lonjas, la de Ribeira se salva porque no tiene en la subasta de moluscos uno de sus principales activos. Lo son especies que se capturan con buceo, como el erizo y la navaja, con buenas cotizaciones y cantidad de producto.

Pero pese a la variedad que la convierte en fuerte, la lonja también tiene sus debilidades. El lirio es una de ellas, porque es una de las especies más comercializadas. Si su precio medio cae, como ocurrió a raíz de la crisis de Argelia, la facturación tiembla.

Apuesta por la eficiencia, reducir costes y mantener los servicios

La flota de Ribeira, al igual que la de otros puertos limítrofes, pierde músculo. Son muchos los barcos que están a la venta actualmente en la localidad y solo basta acercarse a la sede de la cofradía para ver la elevada cantidad de anuncios que cuelgan de los tablones de sus paredes. Escasos cupos de sardina o la escasez de jurel motivan el deseo de desprenderse de las embarcaciones. A ello se une la falta de relevo generacional y un descenso en el consumo de pescado que ya ha motivado una reducción de compradores, principalmente entre los dedicados a su venta por las casas.

La apuesta de la lonja de Ribeira para afrontar las adversidades consiste en mejorar su eficiencia, reducir costes —de ahí la instalación de placas solares para optimizar el consumo eléctrico— y mantener los servicios. Todo ello con el propósito de captar nuevos barcos que vean rentable comercializar en la localidad sus capturas.

Ante las dificultades por las que atraviesa la pesca, Ribeira tiene, como apunta su patrón mayor y presidente de la federación de cofradías, José Pérez, la ventaja de contar con una flota que faena con muchas artes de pesca. Esto precisamente es lo que enriquece de producto las subastas y permite al sector capear los temporales dedicándose a la captura de una u otra especie según los tiempos.