¿Es «Juego de tronos» una alegoría sobre el cambio climático?

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

BIODIVERSA GALICIA

Xavier Fonseca

Su creador, George R. R. Martin, ha confirmado que la serie incluye una alegoría sobre el calentamiento global

20 abr 2019 . Actualizado a las 21:37 h.

En Juego de tronos, la serie más premiada de la historia de la televisión, la meteorología aparece de forma recurrente. El leitmotiv es la amenaza de un invierno muy crudo que se aproxima. Sin embargo, nadie parece saber su duración. En la novela que inspiró la serie, Canción de Hielo y Fuego, existen dos tipos de inviernos, de 600 y 900 días.

Un grupo de científicos de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, ha publicado un artículo en el que se describe cómo debería ser un planeta para tener un clima tan desordenado. La primera tesis apunta a un eje variable. El de la Tierra está inclinado 23,5 grados pero permanece estable y por ello las estaciones siempre duran lo mismo. El eje del mundo de Poniente cambiaría constantemente, alterando la radiación solar que llega al planeta. Otra de las hipotésis apunta a la órbita. El argumento tendría lugar durante la transición entre una órbita elíptica y circular. En nuestro planeta estas pequeñas variaciones ocurren en ciclos de cien mil años y generan las glaciaciones. La tercera propuesta, la que más gusta a los físicos, se inclina por un objeto circumbinario, que orbitaría dos soles. Los astrónomos han descubierto que mundos con estas características son frecuentes en el universo. No habría por tanto una única órbita sino muchas, algo que explicaría porqué las estaciones se suceden de forma tan caótica.

El creador de la serie, George R. R. Martin, acaba de confirmar además que la historia incluye una alegoría sobre el cambio climático actual, un problema que «debería ser la principal preocupación de los políticos», aseguró. El guion de Juego de tronos presenta ciertas similitudes con aspectos que rodean al calentamiento global. Por ejemplo, en la ficción las diferentes familias parecen demasiado ocupadas intentando acabar unas con otras como para tener tiempo de preocuparse de un riesgo mayor que afecta a todas. Esta incapacidad para actuar de forma conjunta se puede trasladar también a los gobiernos, que no acaban de ponerse de acuerdo para frenar la emisión de gases de efecto invernadero que aumentan la temperatura media. En el mundo real existen además negacionistas, como por ejemplo Donald Trump. Esta corriente también queda reflejada en la serie. Un ejército de zombis avanza con el invierno pero muchos niegan su existencia. Frente a los escépticos está la Guardia de la Noche, un grupo de soldados que alerta a cada una de las familias de la inminente llegada de un enemigo común que pone en riesgo la supervivencia de la especie humana. Una labor que en el mundo real realizan cada día los científicos que suministran los datos a la comunidad internacional para que reaccione.