Rusia, China y Noruega bloquean la creación de la mayor reserva marina del mundo en la Antártida

La Voz

BIODIVERSA GALICIA

Los ecologistas lamentan el fracaso de la iniciativa que pretendía crear un refugio para pingïnos y elefantes marinos

02 nov 2018 . Actualizado a las 16:46 h.

Estaba destinado a convertirse en el área protegida más grande del mundo. Pero los planes de los ecologistas han fracasado este viernes en la conferencia internacional del Antártico celebrada en la ciudad australiana de Hobart. La iniciativa para crear un santuario antártico que serviría para crear una enorme reserva marina en las aguas del Polo Sur con la intención de dar refugio a pingüinos, elefantes marinos y otros animales de agua fría, fue bloqueada sobre todo por Rusia, China y Noruega, según infirma Dpa.

La propuesta de la Unión Europea, que contaba con el apoyo de ecologistas de todo el mundo, defendía la creación de una reserva natural en las aguas del mar de Weddell, al sur del océano atlántico, con una extensión de 1,8 kilómetros cuadrados. Este santuario podría haber sido la mayor reserva natural del mundo marino. 

Tras dos semanas de consultas en Hobart, capital de la isla de Tasmania, se rechazó la propuesta, aunque la idea es insistir el próximo año. La Convención para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR), que reúne a más de una decena de países, es el organismo que está al frente de este tema.

El mar de Weddell acoge a más de 300.000 pingüinos emperador, a más de una docena de tipos de ballenas, así como numerosos tipos de focas y aves marinas. Las grandes capas de hielo que cubren las aguas del mar de Weddell, han impedido que esta zona padezca la explotación de la pesca. Hasta ahora. 

Debido a las consecuencias del cambio climático, cada vez son más las flotas pesqueras que se adentran a Weddel para capturar merluza y krill. 

El rechazo de la propuesta provocó una «enorme decepción», para los ecologistas, según Dpa.

«Sin reservas más grandes los mares no superarán amenazas como el calentamiento globlal, la basura de plástico y la sobrepesca», aseguran desde Greenpeace. Mientras que el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) asegura que con este bloque «corremos el riesgo de perder una de las últimas regiones vírgenes del océano».

Los ecologistas lamentan la falta de voluntad política para impulsar el proyecto y que pesen más los intereses comerciales que la defensa de estos ecosistemas marinos únicos.