El alga que amenaza con cargarse el turismo del Caribe

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

BIODIVERSA GALICIA

Alex

Las playas de la zona sufren la desagradable invasión del sargazo, que está ahuyentando a los visitantes

05 jul 2019 . Actualizado a las 19:25 h.

Cada año millones de personas de todo el mundo se desplazan al Caribe con la idea de disfrutar de sus famosas aguas cristalinas. El vigués Alejandro López-Benito, aficionado al snórkel, viajó recientemente a la Riviera Maya. Y también lo hizo con esas expectativas. «Después de haber estado en la Gran Barrera de Coral, tenía muchas ganas de conocer el gran arrecife Maya, el segundo más grande del mundo», reconoce.

Sin embargo, se encontró con un paisaje muy distinto del que había imaginado. El sargazo, un alga que se alimenta de aguas cálidas, ha invadido la costa mexicana. «Desprende un olor bastante desagradable y provoca además que el agua esté muy turbia. Era imposible ver el fondo marino. Para poder hacer buceo en condiciones tuve que desplazarme hasta una isla, donde no había tanta concentración», explica.

La presencia de este alga en el mar del Caribe siempre ha sido algo habitual. El nombre procede de los navegantes portugueses que vieron que el racimo del alga se parece a una clase de uva que crece en Portugal y se llama sargaço. Pero en los últimos años ha proliferado de manera espectacular. «La actividad económica se está resintiendo notablemente. Los dueños de los hoteles me confesaron que estaban perdiendo clientela. Tienen además un personal que se dedica de forma exclusiva cada día a retirar las enormes cantidades de algas que llegan hasta las playas», asegura López-Benito.

La crisis del sargazo en la región caribeña representa un ejemplo de cómo el calentamiento global puede tener enormes repercusiones económicas. «Se nota que hay una cierta impotencia. Este año el sargazo llegó hace un par de semanas pero los afectados no saben realmente cuánto va durar este episodio», confiesa.

La invasión del sargazo está asociada según los científicos a los cambios en las corrientes oceánicas debido al aumento de la temperatura del agua. El noventa por ciento de los gases de efecto invernadero que la actividad humana emite a la atmósfera son absorbidos por los mares de la Tierra, que están asumiendo una inmensa parte del calor adicional de origen antropogénico.