CRISTINA ABELLEIRA / EL PERSONAJE Carlos Quintanilla Schmidt, vicepresidente de la República de El Salvador El Gobierno de El Salvador tiene puestas todas sus esperanzas en los sectores pesquero y conservero. El acuerdo con el Grupo Calvo, a punto de plasmarse, supondrá la explotación de un recurso al que, a pesar de su importancia, nadie había prestado atención. Para los habitantes de Punta Gorda, la planta de lomos de atún puede ser un medio de vida. «Calvo va a revivir La Unión», según aseguró el vicepresidente de la república, Carlos Quintanilla Schmidt, durante la visita que realizó el sábado a Carballo.
24 sep 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Carlos Quintanilla Schmidt es la máxima autoridad de la república centroamericana que ha visitado las instalaciones del Grupo Calvo y Carballo. Ayer tenía previsto regresar a su país, después de mantener un encuentro «semi-oficial» con el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y de nombrar a José Luis Calvo Pumpido, presidente de la empresa conservera, cónsul honorario de El Salvador en Galicia. -¿Qué representa para su país el acuerdo alcanzado con el Grupo Calvo? -La presencia del Grupo Calvo en El Salvador constituye para nosotros un paso más en el deseo de tener una presencia española en El Salvador, y acá todavía con mucha más importancia, porque es una inversión de esta zona de Galicia que tal vez no ha estado tan cercana a Centroamérica salvo, tal vez, en el caso de Costa Rica. Por eso nos agrada la presencia de Calvo en El Salvador y creemos que esto iniciará un nuevo proceso para que más empresas de Galicia, más empresas de España, puedan considerar a El Salvador como un lugar para hacer negocios y para invertir. -¿Y qué tipo de repercusiones va a tener? -El Grupo Calvo es una empresa que para El Salvador tiene un gran significado, primero porque se dedica a una actividad totalmente nueva, como es el caso de la pesca. Por esa razón, el que Calvo ponga un pie en El Salvador representa el desarrollo de una nueva industria que hasta este momento se ha desarrollado de una manera estrictamente artesanal. Calvo pone el punto tecnológico necesario para que de esta industria pueda nacer una actividad muy floreciente en nuestro país. Pero también es importante destacar la presencia de Calvo en el departamento de La Unión y, específicamente, en Punta Gorda. -¿Cómo es el departamento de La Unión? -La Unión es el departamento más alejado de la capital, porque se encuentra ubicado en el golfo de Fonseca. Y aunque a inicios del siglo XX esa zona tuvo una importancia muy grande para el país, a partir de la segunda mitad del siglo tuvo un decaimiento muy grande, y más aún en la época del conflicto de los años ochenta. La Unión casi se puede decir que ha sido un departamento que ha estado muriendo cada día, porque perdió su actividad marítima, su importancia como puerto. Calvo va a revivir La Unión. Y por eso es que la gente está con un gran entusiasmo y con una gran esperanza, porque creen que Calvo en La Unión significará volver a las etapas de desarrollo que tuvo en los primeros cincuenta años del siglo XX. -El nombramiento de José Luis Calvo como cónsul honorario, ¿es una consecuencia directa de todo ello? -Un país como El Salvador debe nombrar como cónsules honorarios a personas que no sólo sean distinguidas en su lugar de origen, sino que además sean verdaderos amigos de El Salvador. Y nos parece que José Luis Calvo Pumpido, aunque recientemente haya conocido El Salvador y el departamento de La Unión, se enamoró de Punta Gorda, y eso hace que, en correspondencia a esa muestra de cariño y amistad, el presidente Flores haya decidido nombrarlo cónsul honorario.