La protesta contra la piratería no calló la música

La Voz

CARBALLO

12 jun 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

¿Hola, soy de La Voz, ayer estuvimos hablando por teléfono sobre la convocatoria del día sin música. El dependiente de una tienda de discos de Carballo me observa. Son las doce y media de la mañana pasadas. A esta hora debían comenzar las actividades de protesta con la piratería en toda España: «Es cierto, si no me lo recuerdas, me olvido completamente», me responde el encargado. Entramos en el interior del establecimiento. Me cuenta que desde la cadena para la que trabaja le han mandado un disco compacto que tiene que poner en lugar de los compases que suenan habitualmente en su tienda: «Al principio se hablaba de que se iba a cerrar durante seis horas, pero ya ves como hemos quedado». El dependiente es muy escéptico con respecto al éxito del día. Ponemos el CD. Enseguida salta José Antonio Abellán poniendo verde a los que practican la piratería, luego repetirán el mismo discurso con distintas palabras Concha García Campoy y Luis del Olmo, entre otros. Un tostón. Fernando Ónega se encarga de realizar la reiterativa alocución en gallego, después también suena en vasco y en catalán, pero no coscamos de papa. Entran dos clientes y se ponen a mirar las estanterías. No reparan ni en segundo ni en el cartel contra la piratería que hay colocado en la puerta, ni en los discursos que suenan a todo volumen en el interior. Piden un disco en concreto, pagan y cogen viento. Por un oído les han entrado las protestas y por otro le han salido. «Esto no se arregla con convocatorias como ésta. Lo que tenían que hacer las discograficas, que son las que se llevan la mayor parte del pastel, es bajar los precios por lo menos hasta las dos mil pesetas porque sino es imposible competir», dice mi interlocutor. Quizás esta idea tuviera más éxito, porque el parón, desde luego, no ha roto paredes.