Las asociaciones de la comarca distinguieron a las personalidades más valoradas del 2002
01 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Carballo se vistió de gala ayer para celebrar una nueva edición de la entrega de los premios del Padroado Fogar de Bergantiños. Numerosos vecinos de la localidad se dieron cita en el salón de plenos del concello en un emotivo acto en el que la solidaridad fue una de las notas predominantes. El guardia civil retirado, Ramiro Cerviño, y a la empresa Herfraga -en la categoría de Carballeses do Ano-, a Cáritas Interparroquial de Bergantiños -Bergantiñán do Ano-, Carlos Casares -Galego do Ano, a título póstumo- y los voluntarios del Prestige -premio concedido con carácter extraordinario en esta ocasión-, fueron los galardonados. El acto, que estuvo presidido por el conselleiro de Presidencia, Jaime Pita, contó con la asistencia del presidente de la Deputación de A Coruña, José Luis Torres Colomer, el alcalde de Carballo, Manuel Varela Rey, el director de la Obra Social de Caixa Galicia y el presidente del Padroado Fogar de Bergantiños, José Luis Calvo Pumpido. Los discursos José Fraga recogió el premio otorgado a Herfraga y expresó su agradecimiento a los empleados y clientes, a su padre, y a todos los carballeses, en general. Por su parte, Ramiro Cerviño, hizo extensivo su galardón a todo el cuerpo de la Guardia Civil. «Este premio é distinto ós outros que recibín, porque este e un recoñecemento do pobo onde nacín», concluyó. Francisco Suárez Calvo recogió la distinción como presidente de Cáritas Interparroquial de Bergantiños y en su discurso hizo mención a la labor desempañada por su antecesor en el cargo, Marino Suárez. «Recibo o premio coa satisfacción do deber cumprido pero o compromiso de seguir axudando», aseguró. El momento más emotivo del acto se produjo a continuación cuando la viuda de Carlos Casares, Kristina Berg, recibió el premio concedido a título póstumo al escritor. «El non se sentía cómodo no mundo dos premios, pero agradecía os agasallos feitos co corazón, e con ese ánimo é como recollo eu este premio», confesó emocionada. Por último, una joven carballesa recibió, como símbolo del futuro, el premio concedido a los miles de voluntarios que acudieron a recoger el chapapote del Prestige. El conselleiro de Presidencia cerró el acto felicitando a todos los premiados y recordando la figura de Casares: «Estará sempre no máis profundo dos nosos corazóns», dijo para finalizar.