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El juicio promovido por los nacionalistas de Vimianzo quedó visto para sentencia El abogado de los tres socialistas acusados solicitó la libre absolución de sus clientes
10 nov 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Los juzgados de Corcubión se convirtieron ayer, temporalmente, en una «sucursal» del Concello de Vimianzo. En la sala del juzgado de instrucción número 1 se celebró un juicio con tintes de sesión plenaria. Estaban llamados a declarar los tres ediles del BNG que presentaron una denuncia por injurias a raíz de la exposición, en un oficina municipal, de un cartel con su foto y con la expresión «Al Qaida» debajo. También declararon el alcalde de la localidad, Alejandro Rodríguez, el concejal de Cultura e Deportes, Manuel Rodríguez Blanco, y la empleada municipal Nieves Lema. Además, pasaron ante la jueza media docena de empleados municipales en calidad de testigos, mientras otros esperaban fuera de la sala. Los nacionalistas Ramón Gándara, Manuel Antelo y Fernando Mancebo, a través de su abogado Óscar Rodríguez Ínsua, aportaron como pruebas las declaraciones de dos personas que vieron el folio en el despacho de Nieves Lema, además de las pruebas de un calígrafo, Alejandro Ríos, quien, basándose en una factura profesional del concejal Rodríguez Blanco, lo señalaba a él «casi con toda certeza», como autor del cartel. Para todos ellos pedían un total de 30.000 euros de multa. En el caso de Rodríguez por ser el autor material, en el de Lema por estar a cargo de la oficina y en el del alcalde por haber roto la prueba fundamental, el cartel manuscrito. Una chiquillada Alejandro Rodríguez reconoció haber «tirado» el cartel cuando se presentó la Guardia Civil, por considerar que aquello se trataba sólo de una «chiquillada». Los dos otros dos acusados aseguraron no saber nada del letrero y, como todos los demás, dijeron que se enteraron de su existencia por le prensa. La estrategia de la defensa, llevada por el abogado José Manuel Roibás, se basó en tratar de demostrar que nadie sabía nada de la existencia del rótulo y que el día que apareció, el 20 de mayo del 2004, lo pudo haber colocado cualquiera. De hecho, algunos de los testigos, en sus declaraciones, dejaron en el aire la posibilidad insinuada de que fuera puesto por uno de los denunciantes. Roibás afirmó también que la prueba caligráfica no tenía valor por carecer del texto original y su presunto autor, Manuel Rodríguez, sólo dijo de la factura que se usó para cotejar que podía ser suya, aunque no estaba seguro de ello. El secretario municipal, Manuel Ángel Jove, declaró como autor del expediente interno según el cual 31 trabajadores del Ayuntamiento aseguraban no haber visto nada.