Visto el título, quizá alguno haya pensado en uno de los capítulos de la primera parte de Veinte mil leguas de viaje submarino , el del encuentro entre los náufragos y Nemo . Pues no. Es un préstamo, una simple licencia de un buen titular de un libro excelente por el que tantos hemos navegado en la niñez o, sobre todo, en la adolescencia. El hombre de las aguas . Suena épico, lo es.
Viene a cuento, en este caso, para hablar este día de la gente corriente. De la common people , que dicen los ingleses con muchísima frecuencia, más que aquí, y con un sentido popular y admirable que envidio. Paul Young lo cantaba en los 80, cuando las leguas de Verne ya nos las sabíamos casi de memoria.
La gente normal, trabajadora, anónima, de la que nunca se habla, la que nunca aparece bajo los flases, pese a merecerlo más que muchos. Así que, en estas andamos hoy. Y les presentamos a Jorge Oswaldo . ¿A qué suena a galán de telenovela americana? Pues no. Jorge para unos y Oswaldo para otros, Quintáns Pérez siempre, es de las Casas Novas de Moraime, en Muxía. Es el hombre de las aguas, o del agua, porque lleva toda su vida trabajando en las traídas. En los depósitos, los tubos, los canales, las averías. Nada menos que 44 años, que se dice pronto, pero pasan lentamente.
Trabajó en las traídas de Fisterra, de O Pindo, de Olveira, de Baíñas, de Muxía. De Muxía, sobre todo. ¿Quién puede llevar más años en el oficio en la Costa da Morte? No es éste su único título oficioso, porque está a punto de cumplir los 35 de funcionario municipal muxián con su trabajo acuático , y tanto tiempo le hacen merecedor de ser el trabajador de Concello más antiguo de la comarca, o así se lo cuentan en las comidas de Santa Rita de cada año.
Todo un personaje, que escapó sólo de las canalizaciones dos temporadas, en Suiza, para dedicar el resto de sus días, desde muy joven, a conectar y a montar tubos. «Antes todo era pico e pala, agora polo menos hai máquinas», valoraba ayer, con sinceridad y sin nostalgia, al realizar balance.
«Daquela, sabías cando entrabas a traballar, pero non cando saías. Rompía algo á unha da mañá, pois tiñas que saír da cama e ir arranxalo», añade biográficamente.
Jorge Oswaldo cumplirá 63 años el 26 de febrero. «O mesmo día que a miña neta Tamara, que cumple 6. Pon iso, por favor». Favor cumplido. La jubilación está cercana, y el récord de años de trabajador municipal, de fuente de resolución de dudas sobre la fontanería pública, más amplio aún. Un hombre récord. Corriente (no por el agua, no es un juego de palabras), que ahora, desde hace meses, se encarga de la jardinería tras un problema de salud. De récord y corrientes seguro que hay más en la Costa da Morte.
Cambiamos de objeto. Y de lugar, porque nos vamos a Laxe. El llamado equipo Premium de Altadis, que se encarga de gestionar las ventas de los míticos Habanos en España, eligió esta localidad para celebrar su cena de Navidad. No está mal, teniendo en cuenta que antes habían estado en Madrid, Barcelona, Sevilla o Gijón. Mucho ha tenido que ver en la elección Xosé Manuel Pose Lema , que es el comercial de la compañía en Galicia. Todo el equipo de ventas, además de los altos responsables ( Javier Estades-Johansson , director comercial de ventas y márketing de Cigarros España, o José María Palacios Fernández , director nacional de ventas Premium) pasaron la jornada en la zona, primero con una comida en el restaurante Zurich y por la noche una cena en el Retiro da Costiña. No sabemos el menú, pero lo que fumaron, no hay que ser un lince para adivinarlo.
Acabamos felicitando. A Dores Silveira , concejala de Servizos Sociais del Concello de Carballo, y a Xosé Regueira , asesor de la Diputación y responsable del BNG de Bergantiños. Días atrás fueron papás. De Xes . Ni Xenxo nin Xens (esto en Entrecruces da para un debate): Xes. Un nombre bonito y singular. Si no único, en la zona, casi. Que crezca con salud, y que lo veamos todos.