Fallece Antonio Jesús Alonso, farero, político y gran impulsor de la Mostra de Camariñas

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CARBALLO

15 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Antonio Jesús Alonso Ballester, farero torrero del faro de Cabo Vilán, falleció en la madrugada de ayer a los 59 años, víctima de una enfermedad. Hoy será enterrado a las 17.00 horas.Con Alonso se va uno de los representantes de la última gran generación de fareros. Él mismo lo llevaba en la sangre, porque procede de una estirpe curtida en este trabajo solitario: era hijo, nieto y sobrino de quienes trabajaron en las torres. Y esposo. Ambos, él y su mujer Cristina Fernández (una de las tres primera mujeres fareras de España, con quien tuvo tres hijos), habían aprobado las oposiciones del cuerpo de técnicos de señales marítimas en 1973, hace ya 37 años.

Alonso nació en el propio faro, lugar elegido para el velatorio, y hasta donde se dirigieron ayer decenas de amigos y vecinos. De Camariñas y del resto de la Costa da Morte. Muchos lo recordará por su trabajo político. En Camariñas fue concejal socialista 24 años consecutivos, los mismos que el ex alcalde, Juan Bautista Santos. De 1983 al 2007. Ocupó diversos cargos. En los últimos mandatos, Urbanismo y Cultura. En los años en los que el PSOE tenía poca oposición, solía decirse que él se la hacía a Bautista en los plenos. Era una broma, pero es cierto que nunca se callaba, y que en la etapa de coalición con el BNG las mayores discusiones con su socio la tenía él. Santos lo recordaba como «un compañeiro fiel, o mellor concelleiro de Camariñas. Moi intelixente, vía as cousas de lonxe». Tuvo buena parte de culpa en que el primer parque eólico comercial gallego se asentase en Camariñas. Exigió a Prodemar que cumpliese lo prometido en inversiones y puestos de trabajo en Vilán. Instó una alegación a Costas para que el paseo marítimo (aún sin completar) garantizase el acceso a discapacitados. Santos recordaba que se opuso a un proyecto de ampliación de una zona del muelle, porque «sería na ruína do pobo», y pidió que en su lugar se construyese el dique de abrigo, que se llevó cabo con Laxe en la Xunta. «A salvación estivo en Alonso», recuerda, a quien designó teniente de alcalde.

Alonso no se hizo rico con la política (también fue diputado provincial, tras la primera época de José Manuel Pequeño): «Onde se metía non paraba, era activísimo. E perdeu máis cartos dos que gañou en política». Muchos lo comprobaron con la dedicación casi eremítica que se impuso en las tareas de coordinación de voluntariado durante el Prestige . Fue ese el año en el que no se ocupó de organizar la Mostra. Recayó en Marisol Soneira, la misma que la había puesto a andar. Alonso fue su responsable durante 11 años, y gracias a él alcanzó las cotas e todos conocidas, haciendo amigos en España y en el mundo. Soneira le recordaba ayer como «un gran camariñán». Agapito Mendoza, farero de Fisterra, compartió con él diez años, hasta el 94, en Vilán. Ayer se enteró de su muerte a las 4.00, una hora después el óbito, de guardia. «Era un tipo fantástico, loitador, que che axudaba en todo o preciso, que se desvivía polo pobo. Moito lle deben en Camariñas». Tenía un carácter duro. «Un carácter difícil, como o de todas as persoas intelixentes», concretaba Bautista Santos. Era madridista a tope y amante de los ordenadores. En 1999 recibió el premio Voces del Año, de La Voz, por la promoción del encaje. Su muerte dejó ayer un gran vacío en Camariñas.

Los compañeros de la Autoridad Portuaria mostraron ayer su pesar. Se da la circunstancia de que el mismo día falleció otro compañero, Ángel Luis Prego.