Se multiplican las quejas entre los usuarios que, para acceder a los arenales o bañarse, deben sortear verdaderos muros construidos con paravientos. En la viguesa playa de Samil el fenómeno es muy habitual, tal y como muestran numerosas imágenes que circulan por las redes sociales
24 ago 2024 . Actualizado a las 18:01 h.Hay quienes para ir a la playa con las chanclas, el bañador, la crema y la toalla tienen todo lo necesario. Es cierto, que con la edad, o cuando se tienen niños pequeños, las sillas plegables y las sombrillas, suelen incluirse en el set veraniego, llevando a ocupar el maletero del coche lo máximo posible. En jornadas de viento, habituales en ciertos arenales gallegos, gana peso cada vez más el empleo de paravientos. Se trata de lonas o telas que se sujetan con palos a la superficie para evitar que el aire nos moleste, más aún si las rachas son fuertes y arrastran arena. Sin embargo, el uso de estos artilugios se ha multiplicado exponencialmente, incluso en lugares donde las condiciones climáticas no lo justifican. Así, en las últimas semanas, las quejas se han multiplicado en arenales como el de Samil, en Vigo. Diferentes fotografías y vídeos subidos a plataformas de redes sociales muestran auténticos muros que parcelan buena parte de la extensión del arenal.
Las imágenes hablan por sí solas. Hay incluso lugares que acaban estando prácticamente entre cuatro paredes. «Es una vergüenza», se expresa en X uno de los bañistas. En otra fotografía, quien sube la imagen tira de ironía. «Está precioso el mar hoy en la playa de Samil. Perspectiva envidiable», señala empleando un plano subjetivo en el que en vez de ver las olas se aprecia un paravientos a escasos metros de la toalla.
Emplear de una forma tan privada un espacio público despierta las iras de muchos veraneantes frente a aquellos que con estas construcciones alteran por completo el tradicional paisaje de los arenales. Creen que debería ser «sancionable». En algunos de los comentarios se lamenta la escasa intervención policial para reducir el impacto de este fenómeno, mientras que otros indican que cuando la Policía Municipal está en el lugar «obliga a retirarlo todo».