1Así fue el recorrido por los montes de Cabana, desde Riobó, a unos pasos del parque eólico, en busca de las Perseidas: con la luna y las estrellas por techo. Hubo suerte, porque las predicciones apuntaban a que el techo iba a ser de nubes, y el manto, de lluvia, como ya había ocurrido el año pasado. Pero no. Noche clara y de luar. Las Perseidas, en su línea habitual, de vez en cuando. Los guías, el físico Jorge Mira y el historiador Lito Eiroa. Y los asistentes, muchos, más que nunca. Obsérvese que en la imagen son una multitud, pero la realidad es que fueron más, ya que algunos se incorporaron un poco después. En todo caso, una multitud, un éxito de una actividad del Concello de Cabana que cada año va a más, y que demuestra el interés por la astronomía y por hacer senderismo nocturno mirando al cielo.
Náutico de Camariñas
2Hablábamos ayer de los veinte años de vida del Club Náutico de Camariñas, y hoy hablamos algo más. Sobre todo, porque ayer se celebró una jornada de homenaje a todos los que han sido presidentes en estos cuatro lustros. El actual, Alberto Artaza, entregó una reproducción en bronce del faro de Cabo Vilán a quienes ostentaron el cargo antes que él. El de José Trillo lo recogió su hijo José. El de Andrés Cerdeiras, su hijo Andrés, además de José María Gómez. El que faltaba era Xosé Luis Blanco, que reside en Puerto Rico. Antes se emitió un vídeo con imágenes que recorren la historia del club, y la jornada terminó con una comida.
Muxía
3Empezamos con una ruta y seguimos con otra. Esta, diurna y mañanera, de esas que arrancan sobre las 09.00. Además de que a uno le guste andar, tiene que añadir el madrugón de fin de semana. Y, por lo que se ve, les gusta a muchos, porque se reunieron casi cien personas para recorrer un buen tramo del litoral de Muxía, técnicamente Lago-Lago (parece un apellido) porque en este lugar estuvo la partida y la salida, con once kilómetros por medio. En esta actividad, organizada por el Concello y guiada por Xan Fernández Carrera, los caminantes pasaron por Leis, A O, Ozón y Merexo. Mucho mar y mucha ría, pero también románico a fartar. Xan se mostraba encantado con la experiencia, a la que se sumaron muchos vecinos de la zona, pero también numerosos visitantes de fuera de Galicia.