¿Lluvia ácida o básica en la Costa da Morte?

CARBALLO

VIDAL ROMANÍ

«Los desembalses salvajes de las hidroeléctricas en segundos cambian el pH del agua, y nadie dice nada»

05 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El agua de la Tierra es ácida o básica según su pH, que va desde 0 (muy ácido) a 14 (muy básico/ alcalino). Por convenio, menos de 7,0 es ácido y mas de 7,0 es básico o alcalino.

El agua de la lluvia o de los ríos es de pH entre 5.0 y 5.5, levemente ácida, pero si incorpora, por disolución, anhídrido carbónico, se acidifica alcanzando un pH de 4.0. Durante estos años se ha escrito mucho sobre la acidificación del océano con aguas de pH ligeramente alcalino, entre 7.5 y 8.4, aunque por acumulación de dióxido de carbono pueden acidificarse.

Algunos científicos piensan que esto causa la destrucción de los arrecifes de coral, un poco exagerado si se tiene en cuenta que entre 1751 y 1994 el pH del océano ha bajado de 8.179 a 8.104 (-0.075), aunque se prevé que para 2100 puede disminuir hasta un 0.3-0.5 más.

Si lo pensamos, estos eventos de acidificación son una fruslería si se comparan con lo que ocurre en el fondo de las rías gallegas por los desembalses salvajes de las hidroeléctricas que, en segundos, cambian el pH del agua de 8,4 a 5.5, y nadie dice nada.

Pero en Galicia acabamos de descubrir la lluvia básica y su relación con una costa hecha de granito (aproximadamente el 85% de su extensión).

El cuarzo del granito, que a veces es el 40 % de la roca, explica el pH ácido del agua de los ríos gallegos que circulan mayormente atravesando granitos. Durante la Edad del Hielo, en Galicia, el mar estuvo muy alejado, hasta unos 30 kilómetros, durante, aproximadamente 2,26 millones de años. La costa gallega durante las fases glaciares del Pleistoceno era una gran llanura, sin apenas relieve, cubierta en gran parte por arenas marinas.

El viento soplando desde mar a tierra acelerado por casi 40 kilómetros de recorrido sin obstáculos, acumuló tanta arena sobre la costa rocosa que en algunos puntos quedó sepultada por aquella.

Las arenas de playa tienen un contenido notable en bioclastos (fragmentos de conchas). Y además de arena, el viento transportó hacia la costa grandes cantidades de polvo (loess calcáreo). Durante mas de dos millones de años, arena y loess calcáreos combinados con las lluvias que cayeron sobre Galicia convirtieron las aguas de escorrentía, de ligeramente ácidas a aguas más alcalinas, capaces de disolver la roca, el granito, dando a los acantilados rocosos un aspecto muy característico. La superficie de los roquedos graníticos cercanos a la costa se ha disuelto por esas lluvias alcalinas que han dibujado sobre ella una red de canales sinuosos producidos por disolución y que son muy frecuentes en la Costa da Morte.