
¿Cómo llevan el parón los protagonistas y qué esperan para la próxima campaña?
02 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Va camino de cumplirse un año sin el fervor del fútbol da Costa. Fue el 8 de marzo del 2020 cuando se disputaron los últimos partidos debido a la llegada de la pandemia. Solo a los equipos de Tercera Galicia les dio tiempo a concluir el torneo, en el que el Camariñas se proclamó campeón. La Liga da Costa estaba más que ardiente con el Corme y el Ponteceso, dos equipos del mismo municipio, debatiéndose el título. En el momento del parón, los cormeláns iban líderes. En Primera, Soneira y Dumbría estaban completando una temporada de ensueño: marchaban segundo y tercero, en puestos de promoción de ascenso. Finalmente, la Real Federación Galega de Fútbol decidió que solo hubiera ascensos, fijando estos por criterios deportivos; un desenlace que no fue el deseado, pero que hubo que entender dadas las circunstancias sanitarias.
El fútbol da Costa es mucho más que deporte. Cada domingo genera un movimiento social alrededor de cada partido que supera todas las expectativas. Es un sector aficionado que se mueve por pasiones. Todo el mundo rema de manera solidaria por los colores que siente. A lo largo de estos casi 365 días, especial mención merecen los integrantes de las directivas que han tenido más quebraderos de cabeza de los habituales debido a la situación y que han tenido que seguir gestionando diversos aspectos de las entidades como el cuidado de los campos, por ejemplo.
La Federación, en principio, descarta iniciar la competición en estas categorías esta campaña debido a que en su día los clubes manifestaron su rechazo a la idea, entre otros motivos por la situación sanitaria y los gastos sin percibir ingresos que generaría la actividad en las condiciones que iba a desarrollarse: sin público ni cantina, menos patrocinadores...
Casi un año ha pasado ya de este parón histórico que, al igual que sucedió en numerosos aspectos de la vida misma, nunca se contempló en los más de cincuenta años de existencia de la Liga da Costa, uno de los campeonatos de mayor tradición del fútbol modesto gallego. Los protagonistas de algo que es historia viva de la comarca cuentan cómo lo llevan y qué esperan para la próxima temporada.

El contacto con la gente
El responsable de la subdelegación de la Federación en A Costa, Manolo Corredoira, ha pasado de pasar los sábados y domingos íntegros en los campos de la zona «para conocer de cerca los problemas de los clubes con los temporales, por ejemplo, o para cambiar partidos», explica, a «hablar con ellos para ver cómo están ya en temas de salud que es lo que más interesa ahora». «Es algo que se echa mucho de menos y que lo compruebas en los comentarios del propio Facebook. No es lo mismo ver fútbol por la televisión que el ambiente que hay en los estadios con el calor de la gente», comenta.
En su caso, tuvo que operarse de nuevo de una rodilla, algo que lo mantiene todavía más alejado de este deporte in situ: «Si no fuera por eso estaría viendo al Fisterra en el Ara Solis», dice. Confía plenamente en poder arrancar con cierta normalidad la temporada 2021-2022 «y que volvamos a ser los mismos de siempre».

El impacto social y económico
Secretario, coordinador de los equipos, delegado, encargado de campo... El peso de Suso da Torriña en el Corme es indiscutible. Como no podía ser de otra manera, durante todo este tiempo no ha estado parado: «Dende a primeira desescalada estivemos case todos os días entre tres e cinco persoas e, ás veces, máis, facendo unha chea de cousas no Cairo [su campo]. Recebamos, pintamos, remodelamos estancias, fixemos fontanería, carpintería, arranxamos redes... Agora témolo para orgullo noso», relata. El Concello de Ponteceso les aportó parte del material y ellos pusieron la mano de obra y las ganas.
Por este motivo, Suso aún anhela con más intensidad si cabe el momento en el que vuelva la actividad a O Cairo, aunque siempre priorizando la salud. El fútbol significa mucho para el pueblo de Corme, asegura: «O fútbol é moi necesario para unha parroquia como esta. Tiramos moito da xente, tanto como o turismo e as festas. Sobre todo durante o inverno. Dámoslle un motivo á xente para vir e iso ten un impacto económico no pobo».
El ansia por competir
No le preocupa a Suso el tema tanto deportivo como económico de la entidad pues asegura que ambos gozan de buena salud. «Sabemos que os xogadores están facendo deporte e que os manteremos a todos a vindeira tempada. Pode que algún veterano aproveite para retirarse, pero tamén así subirá xente nova», comentó de un lado. «En tema cartos, ao non pagar a ninguén, estamos ben. Sempre xeramos máis do que gastamos», añadió. Sin duda, lo que más echa de menos, al igual que Corredoira, es «ver á xente que hai tempo que non ves e o ambiente, tanto por parte dos xogadores como da afección». Ya piensa en competir en la nueva categoría, la Primera Autonómica.
Mientras unos hacen balance del pasado, el presente y el futuro, otros como Martín MC, eterno capitán del Baio, son más directos y no se cortan un pelo en soltar el primer pensamiento que le viene a la cabeza cuando le preguntan por el parón: «Foi un ano de perder de ganar a Copa da Costa», suelta. Así lo siente, sobre todo porque «cada ano vese máis preto a retirada», confiesa. En su caso, en estos meses le apareció la oportunidad de fichar por el Atlético Arteixo de Preferente y no lo dudó ni un segundo, eso sí, por el hecho de «practicar deporte», aclara, ya que «se o Baio estivera activo, aí estaría».
Echa de menos el fútbol da Costa y «a convivencia no vestiario, acabar o partido e tomar algo, porque somos un equipo de amigos ao fin e ao cabo». En su caso, el parón le sirvió para darse cuenta «de todo o que nos aportaba o fútbol, moito máis que unha afección». También es positivo respecto a cómo será el regreso: «Espero que haxa unha normalidade como antes. Non creo que se dean cambios». Mientras le toca ser padre primerizo de una niña nacida en pandemia y luchar contra la crisis que vive el sector de la hostelería desde su negocio.