La cantera del talento | El abogado carballés, también profesor de música y baile tradicional, trabaja por la recuperación de las costumbres rurales
20 feb 2023 . Actualizado a las 00:43 h.Ramón Varela Rodríguez, más conocido como Ramón do Serrador, lleva un par de años opositando para la función pública. Ahora está en la recta final porque se examinará en verano. Su vocación es el Derecho Administrativo, una especialidad muy amplia que para muchos es farragosa. Además exige estar muy actualizado porque la normativa cambia constantemente, algo que no parece importarle en absoluto. Se define como funcionario de vocación porque cree que es importante que desde la Administración se pongan en marcha proyectos adecuados para el desarrollo rural. En septiembre del 2021 participó en el encuentro Aldeas Singulares organizado por la Fundación Pondal. Conoció allí a Jaime Izquierdo, comisionado para el reto demográfico en Asturias, que sería la personificación del modelo de trabajo que él quiere para su futuro.
Ahora tiene 29 años y ha trabajado para un sindicato, como especialista en función pública. «Hai moitos máis conflitos laborais na Administración do que a xente pensa», dice. Explica además que los problemas de contratación son más fáciles de solucionar en la empresa privada porque en ese caso está claro de qué tipos tiene que ser. Está convencido además que este proceso de estabilización que está ahora abierto no terminará con la precariedad laboral y lo dice con conocimiento de causa porque llevaba muchas cuestiones relacionadas con el Sergas y cree que son muy mejorables.
Asegura que el Derecho Administrativo es algo que influye directamente en la vida de la gente, «desde a fochanca que pode haber diante da casa ata como é a atención no Concello», dice.
Otro aspecto de su vida tienen que ver con la cultura. Como muchos jóvenes aprendió música y baile en una asociación hasta que llegó un momento que decidió emanciparse de sus profesores. «Descubrín que o que facíamos alí xa o facían meus avós. Empezamos daquela a facer traballo de investigación, a falar coa xente e foi moi satisfactorio. Aprendín máis en catro ou cinco recollidas que fixen que en todas as clases», explica. La cuestión principal es que el baile o las coplas no son algo aislado, puramente recreativa, sino que abarca mucho más. «Os vellos ensinan o que significa para eles todo iso, realmente son os meus mestres», señala. Se trata de mantener el patrimonio inmaterial, donde se unen la cultura y los valores como un conjunto.
A todo esto se ha dedicado la Escola do Alprende, que en estos tiempos de entroido sigue recuperando figuras tradicionales y las fórmulas que tenían los vecinos para divertirse. La fundó junto con unos compañeros.
Parte de todos estos conocimientos y, por su puesto, la técnica es lo que enseña Ramón Varela los fines de semana en Santiago, en el centro Don Bosco, donde ejerce labores de voluntariado. Dice que le sirve para desconectar de la preparación de las oposiciones.
«Somos a primeira xeración en ter estudos superiores»
Ramón Varela es de O Vilar do Carballo, en la parroquia carballesa de Oza y toda su niñez, hasta que terminó la primaria, se desenvolvió en un ambiente puramente rural. «Somos a primeira xeración en ter estudos superiores», explica.
Reconoce que su perfil siempre fue de humanidades, que quería hacer cosas que significaran implicarse con la gente. Enseguida pensó en hacer Derecho y dedicarse a la función pública. En las comidas navideñas, con la familia, empezó a entender cuánto de leyes sabía la gente de la zona rural. «Falaban de servidumes e de outras oitas cousas controlando moito», señala. Entonces se fue dando cuenta de que lo que aprendía en la facultad tenía una aplicación práctica muy clara y, sobre todo, muy ligada a su entorno. «Gústame que non é unha cousa abstracta. O bonito do Dereito é a parte práctica», dice. Cuando apruebe en julio tendrá más ocasiones de probarlo.
EN UN TIEMPO ME VEO...
«Gustaríame integrar o Dereito coa cultura e o desenvolvemento rural. Sei que cando non se sigue un modelo previo, pode ser complicado, pero espero lograr algo que se adapte a iso»