Los principales restaurantes, hoteles, hostales y casas rurales de Carballo y de concellos limítrofes colgaron este fin de semana el cartel de completo. Desde la organización del torneo apuntaron la desesperación de algunos padres por reservar mesa y mantel en la capital de Bergantiños. Imposible. Todo el aforo cubierto.
Ya pasó lo mismo a la hora del desayuno. Las cafeterías de la zona centro estaban a rebosar de clientes desde primera hora de la mañana. A muchos les delataban las camisetas y las bufandas. Había que acabar pronto para subir hasta As Eiroas. Durante gran parte de la jornada hubo trasiego de taxis. Salían en su mayoría de la praza de Galicia y de rúa Pontevedra rumbo al recinto municipal.
Había tanta demanda de pernocta que algunos padres y allegados de los jóvenes futbolistas tuvieron que hospedarse a 40 y 50 kilómetros de la capital de Bergantiños.
Rubén Lema tiene 37 años de edad y regenta el Hotel Playa de Camariñas. Y este fin de semana no tenía un solo hueco disponible. Las 26 habitaciones estaban reservadas y ocupadas, incluso con mucha antelación. Parte de las reservas las realizaron padres y familiares de los chavales que este fin de semana disputaron el torneo internacional alevín. En el club organizador estiman que unas 2.000 personas disfrutaron del fin de semana en la Costa da Morte gracias al campeonato alevín. A esta cifra hay que sumar los que se acercaron hasta el circuito municipal de Bértoa para disfrutar del autocrós, o los que se dieron cita en el pabellón Bergantiños para ver in situ la última jornada de la Liga Babybasket, iniciativa coordinada por el Basket Xiria.