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La vista de los reyes a A Coruña en 1976 propició numerosas reclamaciones con pancartas para la Costa da Morte
17 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El 29 de julio de 1976, menos de un año después de la muerte del dictador Francisco Franco, y cuando aún vivíamos entre el miedo y la esperanza, visitaron A Coruña los reyes Juan Carlos I y Sofía de Grecia. Ambos acudieron al palacio municipal con una plaza de María Pita completamente abarrotada de gentes y pancartas. Y entre los asistentes estaban numerosas representaciones de colectivos sociales que desplegaron sus pancartas saludando, aclamando, o simplemente reivindicando.
También había pancartas de poblaciones de A Costa da Morte: por ejemplo, destacaba una que decía: «Muxía, vila mariñeira, ten barcos e non ten porto». También otra del pueblo de Fisterra: «Os de Fisterra, firmes co noso Rey e o noso Príncipe, coma as pedras do noso cabo. Non nos olvides, Señor». O, otra más, que decía: «Ponteceso co Rey, celulosa non». Y también un grito venido de las tierras de Isidro Parga Pondal: «Laxe confía en que non deixarán arruinar a nosa ría». Y un municipio del interior, rural, presentaba también su pancarta: «Zas saluda a los Reyes e implora justicia. Único Ayuntamiento sin teléfono». También de Camariñas, también de Corcubión, también... En fin, representaciones de toda A Costa da Morte que consideraban que con la pareja real se abría un resquicio para la esperanza y quisieron convertir aquellas pancartas en una caja de resonancias para sus, en muchos casos, seculares quejas.
Sin teléfono
Después de muchos intentos frustrados y batallas perdidas, todas esas quejas tenían, como no, su razón de ser. ¿Ejemplos? Vayamos con la de Zas: decía el alcalde, en mayo de 1975, que era «la única capitalidad de municipio que carece de teléfono. Y lo solicitamos con 72 abonados actuales y muchos más posibles y con las servidumbres. Se nos pidieron 90.000 pesetas por cada abonado, más el mantenimiento. Tras gestiones, incluso hechas por don Nicolás Franco, se redujo a 50.000, más mantenimiento. Pedimos dos TPR en los extremos del municipio. Para llamar al médico o al veterinario hay que hacerlo a Zas y no puede realizarse. Que se nos incluya en la central de Baio como simples vecinos. Muchos industriales se van porque el teléfono no es un lujo, sino una necesidad», mientras que el representante de Cía. Telefónica afirmaba que ese era «un problema que tenía en cartera y que la automatización de la central de Baio se realizaría en el 77», precisamente el año posterior al que se formulaba la queja ante la pareja real, dos personajes estos maniatados por un destino.
Prestigios ya repartidos
En fin, briznas de memoria y breves ráfagas del pasado y todo un retrato social de un tiempo, el de hace 47 años, y el de una franja litoral llamada A Costa da Morte que ocupaba fugazmente parte del espacio físico capitalino de la plaza de María Pita, viviendo el fin de un tiempo, el del franquismo, y el comienzo de otro, la actual democracia. Y sin duda que en aquel tiempo los prestigios estaban ya repartidos, y hoy, puestos a divagar no deja de ser curiosa aquella pareja real que tantos individuos concentrados en María Pita aclamaban, y como suele suceder a muchas otras parejas, se fue también al garete y está desde hace tiempo rota, y el emérito cuasi exiliado, relegado a un lugar menos relevante...... Cousas veredes!