Sam Insea, el ilustrador carballés de 22 años que terminó la formación y publicará dos cómics

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Basilio Bello

La cantera del talento | Ambos proyectos son con más compañeros: para uno reunieron más de 1.200 euros de mecenas y el otro será «uno de los pocos mangas gallegos»

02 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

A Manuel Cancela Rodríguez (Carballo, 2000) solo lo llaman así sus padres. Él prefiere darse a conocer por su nombre artístico: Sam Insea. Le gusta el mar, dice, y sus amigos ya lo llamaban Sam. De ahí surgió la idea.

Es ilustrador y hace banda diseñada. Esos cómics o historietas que tuvieron su época dorada en el siglo XX con Superman, Astérix o Superlópez, entre otros personajes para la historia. Estudió en la primera escuela profesional de la especialidad en Galicia, la que dirige Kiko Da Silva, uno de los gallegos destacados en este ámbito, en Pontevedra. Hace un año que concluyó los tres cursos. Desde entonces trabaja en varios proyectos. Dos de los más destacados surgieron, precisamente, en la academia.

Está detrás de la revista Boa Onda Cómix que, según apunta, saldrá al mercado a finales del verano. Es un trabajo de 200 páginas, fruto de la colaboración de numerosos artistas de la comunidad. La idea partió de un compañero de su promoción, Chano Ripio. Buscan, así, «continuar el legado» de otras iniciativas anteriores que hubo en Galicia como Golfiño, suplemento de La Voz.

Para poder hacerla realidad, lanzaron una campaña de mecenazgo. Y en menos de un mes, superaron los 1.200 euros de recaudación que se marcaron como objetivo. Habrá formato físico.

Él dibujó cuatro páginas. «Va de una chica que tiene una pesadilla con que un bicho lo persigue. Es un sueño recurrente ya que no se despierta», avanza. El guion fue obra de Iago Díaz. El primer número será en gallego, aunque los autores no descartan que, «si gana fama, pueda hacerse, también, en español».

De otro lado, junto con otro compañero, Sergio de Arcos, tiene en marcha otra futura publicación: Mental process: trust (Proceso mental: confianza). En esta ocasión, él hace el guion. También será una novela gráfica extensa.

En este caso, el proyecto se puso en marcha a raíz del trabajo que elaboró para cerrar su etapa de formación en la escuela de Pontevedra. «Entre los que había, los profesores escogieron el mío para darme el premio de fin de curso, que se traduce en un contrato con la editorial de Kiko da Silva para publicar el cómic. Ya dieron el visto bueno, ahora queda ultimar detalles y, si no hay novedad, saldrá a la calle en un año», describe.

Por el momento pule las primeras páginas. «Va sobre el mundo actual, pero en clave de futuro. Las corporaciones se han hecho con el poder. Predomina el capitalismo. Una policía busca a un traficante de armas. Lo encontraran muerto, pero resulta que sigue vivo. La chica se encuentra mal y descubre que el problema es la descomposición del cuerpo, de modo que empieza a resolver dudas», avanza.

En los dos proyectos, la protagonista es una mujer: «En las historietas que veo, no hay mujeres protagonistas. Yo las incluyo», manifiesta.

Este último será uno de los pocos mangas gallegos existentes, asegura. Su estilo guarda mucha relación con la banda diseñada japonesa, que no es la que más lee, confiesa. «Mezcla indie, americano... Es un dibujo muy sucio, a lápiz, que luego digitalizo para tratarlo», detalla. Es una labor que exige mimo y tiempo.

Suele trabajar la ficción, aunque incluyendo aspectos de la vida real. Esa combinación la descubrió con la película Mary Poppins.

Le gustan los títulos en inglés, idioma en el que consume mucho contenido como los videojuegos. Lleva «toda la vida» ilustrando, una pasión que descubrió haciendo bocetos cuando estaba en clase y por la que tuvo claro que iba a apostar, con el apoyo de sus padres.

«Me gustaría presentar uno de mis cómics en la librería Ler de Carballo y que un niño me diga que soy su dibujante favorito»

«No tengo sueños muy grandes», expresa. «Me gustaría presentar uno de mis cómics en la librería Ler de Carballo, que es donde suelo comprar las historietas, y que un niño me diga que soy su dibujante favorito. También publicar en grandes editoriales».

De cara al futuro, se ve más como autónomo que como asalariado. «Está todo muy industrializado», opina. No descarta estudiar más idiomas como el francés, que en este sector ocupa un lugar destacado. Considera que el cómic se encuentra en un momento «bastante mejor que en el del año 2000», pero que «aún queda por hacer», sobre todo, con la difusión de «la banda diseñada española».

Ahora, aspira a alcanzar el premio de dos concursos. Como afición, le ayuda a su abuelo a trabajar la huerta. Desde pequeño y hasta que se marchó para Pontevedra, practicó hockey a patines con el club local, el Lubiáns.