«Llevo un mes comiendo fruta y bocadillos porque no tengo para comprar otra cocina»

Antonio Longueira Vidal
T. Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Cristóbal Añón

María Belén García tiene 54 años y cobra 360 euros al mes de una ayuda porque sufre episodios habituales de epilepsia

12 ago 2023 . Actualizado a las 19:37 h.

María Belén García Ramos llora de manera desconsolada. No deja de hacerlo durante toda la entrevista. Está desesperada porque no tiene forma humana de comprar una nueva cocina: «La que tengo rompió hace un mes y no tengo dinero para comprar otra, aunque sea de segunda mano».

Con 54 años de edad, esta carballesa de Bértoa «de toda la vida», no tiene forma de afrontar la adquisición de una nueva: «Cobro unos 360 euros al mes de una ayuda. Después de pagar agua, luz, basura, medicamentos... Solo me quedan 100 euros para comida y no tengo cocina. Estoy desesperada», relató. Una de segunda mano le cuesta «unos doscientos euros», es decir, lo que destina a comida en dos meses. Esos 360 euros se corresponden a una paga no contributiva porque sufre episodios habituales de «epilepsia».

Su marido, Germán Ferreiro González, se encuentra ingresado en el hospital desde hace un mes y en el plazo aproximado de una semana le darán el alta para regresar a su domicilio. Germán percibe otra paga no contributiva de «460 euros».

El matrimonio tampoco puede contar con el apoyo de su único hijo: «Se marchó hace tiempo con su familia. Tiene una hija pequeña y lo he llamado muchas veces para hablar con él y pedirle que me eche una mano. Tampoco le pido mucho». Y añadió: «Siempre que lo llamo a casa coge el teléfono la consuegra y siempre me da largas con que no está o no se puede poner», dijo entre sollozos. Según María Belén, su primogénito no se interesa por ella: «No quiere venir a junto a mí».

«No pido dinero»

La única ayuda que dice recibir María Belén García es la de Antonio Méndez Ríos, quien de manera desinteresada colabora con ella en sus quehaceres diarios, si tiene que ir al hospital, visitar a su marido o hablar con los médicos: «Es el único [Antonio Méndez] que mira por mí». Y añadió: «No pido dinero, solo una simple cocina de segunda mano, aunque sea de butano, algo con lo que poder cocinar algo caliente». El motivo principal aducido por esta carballesa es que su esposo sufre problemas estomacales que le impiden ingerir alimentos fríos de forma habitual porque le provocan vómitos y otras dolencias: «Tiene que comer comida caliente, como sopas o cosas parecidas», añadió Antonio Méndez.