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Manuel Pablo: «En donde mejor me lo paso es en las fiestas de Carantoña»

Antón Lestón Lago
antón lestón CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

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A remojo | El histórico jugador del Dépor pasa sus veranos en la Costa da Morte, de donde es su mujer

03 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

A Manuel Pablo García Díaz (Arucas, Gran Canaria, 1976) es a una de esas personas a las que le sobran los apellidos. No hay quien no lo reconozca por sus nombres de pila, que son parte crucial de la historia del Deportivo. A la ciudad de A Coruña llegó en 1998 y ya nunca más quiso marchar. Lo mismo le sucedió unos años más tarde con Vimianzo, de donde es su mujer y en donde pasa la mayor parte de sus veranos desde que la conoció. Una circunstancia que le ha permitido descubrir una Costa da Morte está «muy a gusto». De subir y bajar la banda derecha de Riazor a hacer lo propio, con su bicicleta, por el monte de Carantoña.

—¿Ya se ve medio gallego?

Sí, la mitad por lo menos, porque llevo más de media vida aquí. Además, siempre me sentí muy a gusto y me acogieron muy bien.

—¿Tardó mucho en conocer la Costa da Morte?

No. Me acuerdo que ya el primer año un buen amigo me llevó a la playa de Laxe y a toda esa zona. Además, solíamos venir a visitar algunas peñas. Por ejemplo, tengo algún recuerdo de ese tipo en Corme.

—Luego conoció a su mujer, de Vimianzo, y ya se ha convertido en un vecino más. ¿Con qué frecuencia viene por la zona?

Sí, sí, soy medio costeiro ya (ríe). De hecho, este verano hemos estado todo el tiempo ahí, en casa de mis suegros, en Braño, Carantoña. Incluso cuando empezamos con los entrenamientos —es el técnico del Deportivo juvenil A—, estuve unas semanas subiendo y bajando cada día hasta A Coruña.

—¿Qué es lo que disfruta aquí?

Me encanta el ambiente que hay en todos los lugares de la Costa durante el verano, hay fiestas cada día en varios lugares. Y por supuesto, me gusta poder estar tranquilamente con mi familia y disfrutar de toda la zona, es espectacular.

—¿Fue el ambiente lo primero que le llamó la atención cuando visitó la comarca?

No. Diría que fue el monte. La cantidad de verde que hay por aquí y cómo rodea los pueblos, que los hay de muy pocas casas. Yo en Gran Canaria también vivía en un lugar con poca población... ¡Pero sin nada de verde! Además, hay playas espectaculares. Lo que pasa es que después descubrí la temperatura a la que estaba el agua, que fue la parte mala (ríe).

—¿Va mucho a la playa?

Sí, me gusta mucho. Pero aquí en Galicia me cuesta más. Es que, imagina que ya en Canarias soy de los que no aguantan mucho en el agua. Entonces aquí me es imposible. Me encantan los lugares, pero no disfruto porque no soy capaz de bañarme.

—¿Cual es la que más le gusta de la zona?

La que está al lado de O Ézaro... ¡Gures! Esa playa es espectacular. Tanto, que allí incluso me bañé un día, y cuadró que estaba el agua buenísima, así que experiencia inmejorable.

—¿Siguen parándolo por la calle o los vecinos ya se han acostumbrado?

Algunos sí que siguen extrañándose y te piden fotos o autógrafos. Pero ya nada que ver. Al principio, en Vimianzo, era casi diario. Ahora, cuando me para la gente, ya suele ser en las fiestas y los mercados de otros concellos.

—¿Cuál es el día a día cuando reside en Carantoña?

Paso bastante tiempo en casa, sobre todo ahora que tenemos niños pequeños y para moverse hay que planificarlo bastante más. Salgo sobre todo con la bici por el monte y a tomar algo por algunas celebraciones. Estuve en Malpica, en la merienda de Castrobuxán y en la Xunqueira, entre otras. Ya te digo que me encanta el ambiente que hay por todos los lados. Pero donde mejor me lo paso es en las fiestas de Carantoña, cerca de casa y llenas de amigos y familiares. Ya no estamos para tantos trotes (ríe).

—¿Intentó subir ya el mirador de O Ézaro?

No, pero me gustaría, porque, aunque sufra, disfruto mucho más de subir que de bajar. Lo que pasa es que tengo la bicicleta de monte y suelo salir más por pistas que por carretera.

—¿Ve partidos del fútbol da Costa o desconecta por completo?

Pues mira, con Valerón fui a Fisterra y a Carballo cuando entrenamos al Fabril, pero cuadró en la pandemia. Y tengo muchas ganas de conocer el fútbol da Costa porque todo el mundo me habla maravillas. Y lo cierto es que un tío de mi mujer me anima siempre a ir con él a ver el Porteño o el Soneira, pero, por una cosa u otra, aún no he ido. Es algo que haré, seguro.

—¿Echa mucho de menos esa rutina en A Coruña durante el año?

Sobre todo la compañía. Mi comuna de la Costa da Morte, la familia y los amigos que hemos hecho allí durante todos los veranos. Cuando toca volver al día a día se echan mucho de menos todas esas quedadas en Vimianzo.

—Jugó en un Dépor con un vestuario muy fiestero. Dígame que alguna de esas juergas tuvieron lugar por aquí.

Pues no sé si otros jugadores se vinieron a salir por aquí. Yo ya le digo que no. Hasta que conocí a mi mujer por lo menos. Sí que ha venido mucho, después, Valerón, que mientras trabajó en el Dépor venía habitualmente a Vimianzo. Y Lucas, que estuvo este año en la comunión de mi hijo, que la hicimos también aquí.

Más a fondo

¿Ha probado las sardinas con cachelos?

Sí, las como en el San Juan. La última vez, este mes de junio en la casa de mis suegros, en Braño, Carantoña.

¿Sabe dónde queda el Cemiterio dos Ingleses?

Sí, sé donde queda, pero todavía no he ido.

¿Cuál es el único lugar en el que un río desemboca en cascada?

En O Ézaro, ¿no? Voy bastante por allí.

¿Degustó los percebes de O Roncudo?

Los de O Roncudo creo que no. Y eso que he comido muchos percebes, pero justo esos me parece que no (ríe).

¿Y el longueirón de Fisterra?

Sí, eso sí.

¿Conoce a Eduardo Pondal?

No.

¿Se bañó alguna vez en la Praia dos Cristais?

No. He ido a visitarla y la conozco, allí en Laxe. También te digo que no soy yo mucho de bañarme con lo fría que está el agua por aquí.

¿Cuál es la catedral del megalitismo?

Uf, ahí sí que me pillas. Ni idea.

¿Vio alguna puesta de sol en la Costa da Morte? ¿Con cual se quedaría?

Sí que he visto alguna que otra, pero la verdad ninguna de la que tenga especial recuerdo. No soy yo mucho de esos planes de ir a ver la puesta de sol.