«Pechar a unha da madrugada é razoable, pero cada restaurante é distinto»

CARBALLO

Los hosteleros de la comarca no ven disparatada la reflexión de Yolanda Díaz, pero consideran que es una decisión que corresponde a los negocios
16 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Unas declaraciones de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, acerca de los horarios en la hostelería del país vienen de levantar cierta polémica en el sector. La vicepresidenta dijo hace unos días que «no es razonable» que en España los restaurantes estén abiertos a la una de la madrugada, ya que en el resto de Europa cierran más pronto. «Es una locura», denunció. Lo hizo en una reunión del grupo parlamentario en el Congreso en la que también se habló de la reducción de la jornada laboral que el Ejecutivo quiere impulsar en la legislatura para «vertebrar» la sociedad española, pero para ello tiene que ir acompasada con la racionalización de los tiempos. Su departamento ya trabaja en este asunto.
La cuestión ha llegado a la Costa da Morte, donde los hosteleros no ven disparatada la reflexión de Díaz, pero consideran que es una decisión que corresponde a los negocios. Rocío Martínez, responsable del restaurante Pementa Rosa, en Carballo, lo resume muy bien: «Pechar a unha da madrugada é razoable, pero cada local é distinto», comienza diciendo, a lo que añade: «Nós, que somos un negocio pequeno, adoitamos pechar a unha e media, pero sobre todo, nas cidades, moitos dobran quendas de comidas. Entón, a esa hora, e cun cadro de persoal máis grande, igual aínda están servindo comida, de modo que é o hostaleiro o que ten que decidir. Horarios xa nolos marcaron eles na pandemia».
En el Material, de Malpica, los gerentes, Tono García y Andrea Cameán, dicen que hay que «concienciar» sobre los horarios de las comidas. Ellos admiten la última mesa para sentarse a cenar a las 22.30, de modo que también cierran sobre la una. Con todo, son tajantes: «Pero que o Estado non impoña a que hora hai que pechar porque xa existen uns límites». Y añaden: «Mais sempre hai algunha excepción, unha mesa que se alonga media hora máis».
Fumar en las terrazas
De la misma opinión son Santiago González y Álvaro Rodríguez, de O Cruceiro de Berdeogas (Dumbría) y A Lonxa D'Álvaro (Muxía), respectivamente. «Aquí adoitamos pechar á unha, pero dáme a opción de elixir», dice el primero, que lamenta que «o prexudicado sempre é o obreiro». «Se o motor do país é o turismo, para que o apertas tanto?», se pregunta. Hace referencia, asimismo, al Plan de prevención y control del tabaquismo que desde Sanidad quiere reactivar y que entre las medidas a implantar incluye la prohibición de fumar en las terrazas hosteleras. «Hai xente que sae de traballar do supermercado ás dez da noite. É cousa delicada. En Londres, ás seis da mañá están funcionando e ás oito da tarde xa están fartos de estar na casa», recuerda.
Por su parte, Álvaro, también hace otras apreciaciones: «Despois derivou o asunto aos efectos negativos para a saúde dos traballadores nesas horas. Logo os médicos, os bombeiros e os traballadores das fábricas? Pero primeiro cárgase contra a hostalaría. En España temos sol, somos de rúa e temos outra mentalidade, por iso veñen os turistas».
«O que hai que ter é consideración coa xente que traballa na hostalaría»
Todos los establecimientos consultados para esta noticia cierran entre la una y la una y media de la madrugada de forma habitual, salvo excepciones. Con todo, Marisol Martínez, del Mar de Ardora, de Cabana, comparte que hay otros, que también son bares de copas, que sí se verían muy afectados por la reducción del horario. Por ello es partidaria de diferenciar, y añade: «O que hai que ter é consideración coa xente que traballa na hostalaría. Cada un está para o que está mais todos queremos ocio».
José María Fernández, de La Tavernetta da Ponte, en Camariñas, dice que su local no es de quedarse de copas hasta las tantas porque para ello hay «outros». De la misma opinión son Marcos Seoane, del Río Sil carballés, y Aroa Castiñeira, del Cuatro Perras, de Corcubión, donde también dirige la taberna O Ribeiro. «Cada vez é máis complicado polos horarios dos traballadores, que é algo lóxico, e a falta de persoal, mais hai pubs e cervexerías que tamén teñen que traballar», expresa Marcos. «Educar al cliente es muy difícil con el tema de los horarios. Es algo que depende de más cosas como los trabajos y las horas de sol», argumenta Aroa.