El Gran Wyoming: «En la Costa da Morte estoy encantado, esto es lo que me va»
CARBALLO
A remojo | El presentador estuvo unos días en Laxe y también visitó Camariñas y Zas, entre otros sitios
11 ago 2024 . Actualizado a las 13:03 h.El humorista y presentador de televisión José Miguel Monzón Navarro (Madrid, 1955), conocido artísticamente como El Gran Wyoming, visitó la Costa da Morte la pasada semana, donde se dio un baño de gentes y de paisajes, ya que estuvo unos días en Laxe, donde se convirtió en un vecino más en las tabernas, en las que incluso se animó a demostrar sus dotes como músico (también es médico, actor, escritor y columnista), y asimismo conoció Camariñas o Zas, entre otros lugares.
—¿Qué lo trae por Laxe?
—He venido a ver a mi suegro, que lleva veraneando aquí más de veinte años. Es de Castro Urdiales, vive en Madrid, pero pasa aquí julio y agosto. Yo nunca había estado aquí y este año hemos venido una semanita.
—¿No conocía la Costa da Morte?
—Bueno, dada mi edad provecta [risas], he estado muchas veces de un lado para otro. Pero aquí, concretamente en esta zona, no había estado.
—¿Y qué le ha parecido?
—Estupendo, ¡una maravilla! Porque vamos, a mí, por mi condición especial de famoso, pues claro, cuanto más tranquilo y apartado de los sitios, mejor. Yo no puedo ir a ferias ni a festivales masivos porque me dan una turra que no veas con las fotos. Y aquí, estoy encantado. Son pueblos pequeños, que todavía no están masificados. Esto a mí es lo que me va.
—O sea que es probable que vuelva.
—Pues sí, sí sí, claro. Aparte, que se come estupendamente, que ese es uno de los atractivos de Galicia, como todo el mundo sabe. No lo voy a descubrir yo ahora.
—El tiempo también es otro factor a tener en cuenta.
—Pues sí. Madrid ahora es un microondas. Te metes, y es imposible. Aún hablé estos días con un hijo mío, y me decía que no podía dormir. Y aquí, estamos ahora [el día de la entrevista] con un chubasquero y una camisa vaquera. Y dormimos con mantas, que eso, para los que venimos de Madrid, es un lujo.
—Está de vacaciones entonces.
—Sí, el programa [El intermedio, de La Sexta] para dos meses en verano, porque como está tan pegado a la actualidad política, pues ahora está de capa caída, aunque bueno, de vez en cuando... Pero vamos, siempre paramos julio y agosto, con lo cual, tengo muchas vacaciones. Aprovecho para viajar.
—Usted es músico también, y así lo demostró en Laxe con una actuación espontánea.
—Ja, ja! Bueno, es que había un músico tocando. Estábamos en el bar Bocho, y «venga, cántate una», no sé que, y me había tomado dos vinos y por qué no. Y tocamos dos y tres canciones, pero vamos, todo improvisado, pero bien, bien. El público se entregó. La gente es muy amable y muy simpática.
—Vio que había buen rollo y no pudo evitarlo.
—Exactamente, no me pude resistir.
—¿Qué lugares recorrió en anteriores ocasiones?
—De la zona, estuve ya hace años en Muxía. También viajé por las Rías Altas y bajando para abajo, de esto que vas con el coche. Y luego, también las Rías Baixas. Las visité mucho porque cuando tenía un grupo, íbamos mucho a tocar. Estuvimos once veces en Vigo.
—¿Sigue tocando con su banda?
—La dejé en la pandemia, y ya no la retomé. Estoy perezoso.
—¿Qué planes ha hecho estos días en la Costa da Morte?
—Nos hemos quedado en la casa que mi suegro tiene alquilada. Como hemos venido para estar con él, pues hacemos una cosa tranquila. Cocinamos mucho, nos gusta. Buscamos el género, aunque también hemos estado en algún restaurante. Aquí hay una materia prima espectacular, entonces hay que aprovechar. Hoy tenemos marmitako, de hecho. El senderismo me gusta mucho. Siempre me doy palizas buenas de andar kilómetros. Todos los veranos me hago rutas por ahí. Por aquí me he cruzado varias veces con el Camiño dos Faros.
—Volviendo al trabajo, año tras año, sigue a tope con su programa.
—Ya poco más, porque me iba casi a jubilar cuando vino el covid, pero lo retrasé, me puse a hacer deporte, venga un año, otro, y creo que la próxima temporada va a ser la última.
MÁS DE CERCA
—¿Comió alguna vez sardinas con cachelos?
—Sardinas con cachelos no, pero sardinas a la barbacoa, muchas veces. Me gustan.
—¿Le suena el Cementerio de los Ingleses?
—Sí, claro. No hemos ido, pero hemos pasado al lado, ya que ayer estuvimos en Santa Mariña. Veníamos de Camariñas y lo hemos dejado entre medias.
—¿Sabría decirme cuál es el río de la Europa continental que desemboca en cascada al mar?
—Esa no me la sé.
—Es en O Ézaro.
—¡Nada!
—¿Probó los percebes de O Roncudo?
—Acabamos de estar en O Roncudo y Corme, y también en Arou, donde un amigo percebeiro que se llama Suso nos contó toda la historia de cómo se organizan, las vedas, la cofradía... Esta vez no he tenido la suerte de comer percebes, pero me gustan también.
—¿Y el longueirón de Fisterra?
—Aquí lo comimos porque justo el día que llegamos había una feria donde lo servían gratis. Nos pusimos en la cola, cogimos cada uno su plato, y allí estuvimos comiendo.
—¿Quién es el autor del himno gallego?
—Pues ahora me pillas un poco, pero te puedo decir que pasé por su casa.
—Eduardo Pondal, de Ponteceso.
—Exacto.
—¿Se bañó en la playa de los cristales de Laxe?
—No fui, pero me han dicho que está muy esquilmada de cristales y que la gente se los lleva y no hay manera.
—¿Conoce la catedral del megalitismo gallego?
—Yo ahí no he estado. He pasado por la desviación, he querido ir, pero me han dicho «bueno, otro día». Quiero ir, pero no sé si me dará tiempo.