Camariñas y las Baleares estrechan los lazos que ataron hace 20 años, con el Prestige

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CAMARIÑAS

Voluntarios de Baleares, en el Coidal das Castañas del 2003, el 1 de abril del 2003.
Voluntarios de Baleares, en el Coidal das Castañas del 2003, el 1 de abril del 2003. JOSE MANUEL CASAL.

Durante cinco meses, de las islas llegaron para ayudar más de 1.500 voluntarios. Una nueva entidad trabaja para que aquella unión no se pierda

18 ago 2023 . Actualizado a las 12:20 h.

La catástrofe del Prestige da para varios libros, y unos cuantos se han escrito ya. Hay para otros muchos que de momento permanecen en la memoria de miles y miles de voluntarios llegados de toda España y medio mundo para ayudar. En Camariñas, las Islas Baleares aportó toda una marea de solidaridad durante cinco meses. Toni Torres, que fue director general de Interior del Gobierno insular, calculaba ayer que, solo en viajes organizados por su departamento, fueron unas 1.500 personas entre enero y mayo del 2003, pero la cifra real es muy superior. En estos veinte años, las relaciones de muchas personas se han mantenido, y para que no se borren y los más jóvenes conozcan aquella experiencia se acaba de crear la Asociación de Amigos de Baleares y Camariñas (Ambaca), que preside la exconcejala María José Gerpe, y en la que están involucradas de momento una veintena de personas, entre ellos el exalcalde Manuel Valeriano Alonso, la exdiputada Marisol Soneira o el concejal Juan Carlos Canosa, entre otros, además del propio Torres y otros vecinos de Baleares.

La entidad se describe así: «Durante meses, cada semana llegaba un avión completo de voluntarios de Baleares dispuestos a emplear una semana de su tiempo en rescatar las costas de Camariñas. Y venían completamente equipados: servicios médicos, ropa, utensilios, seguros... El Gobierno de Baleares corría con los gastos de alojamiento y manutención. Camariñas designaba el lugar que había que limpiar y allí iban ellos, siempre con una sonrisa en el rostro. Gratitud eterna. Para que nunca se olvide ha nacido la Asociación de Amigos de Baleares y Camariñas».

Ha habido contactos en este tiempo, pero más particulares que institucionalizados, con la salvedad de algunas exposiciones de contacto mutuo. Torres se enamoró de Camariñas y desde entonces acude una o dos veces cada año. Pero las dos partes quieren preparar algo más relevante, seguramente en el otoño, explica Marisol Soneira. De momento están preparando cosas, haciendo contactos... «Non é algo de agora, xa ten unha maduración longa», señala la exparlamentaria y exconcejala, que no quede todo aquello se olvide. Torres, tampoco: «Fue una tragedia, pero la parte buena es que se vio una ola de solidaridad como nunca se había visto en España. En nuestro caso, además, hicimos muy buenos amigos, y somos muchos los que guardamos recuerdos maravillosos», explica. En su caso, mantiene contacto con bastantes personas que acudieron a Camariñas a limpiar, de vez en cuando alguien por la calle le dice que también lo hizo, y hasta en un viaje a Estambul se encontró con una persona que se lo recordó. «Y además, muchos de los que conozco han regresado a Galicia y a Camariñas», señala. A nivel personal, reconoce que aprendió «muchísimo sobre las relaciones humanas, sobre el cariño de la gente». En aquellos viajes tuvo mucho que ver el que entonces era presidente de las Baleares, Francesc Antich, que estuvo en la Costa da Morte a mediados de enero del 2003, como mucho otros presidentes.