La borrasca dejó un reguero de árboles, contenedores, vallas y señales caídas

La primera de las borrascas que hasta, por lo menos, mañana azotarán la Costa da Morte dejó un reguero de pequeños incidentes, con árboles, contenedores, vallas y señales provisionales caídas.

El hecho más grave ocurrió en torno al mediodía en la calle Vila de Noia de Carballo. Cayó el enorme nuevo portalón del colegio Fogar. Según el concejal Luis Lamas, había quedado definitivamente instalado por la empresa que realiza las obras en la zona de O Chorís, por lo que desde el Concello pedirán explicaciones. En ese momento no pasaba nadie por la acera, por lo que no hubo heridos, pero quedó dañado uno de los coches estacionados. Una fuerte racha de viento pudo ser la causa de la caída.

También esa fue la razón de la caída de un árbol en Vilaseco, en Vimianzo, que cortó uno de los carriles de la carretera comarcal. Asimismo fue derribado por el viento un pino en la vía de Beres a A Mata, en Cabana. En este caso hubo complicaciones porque el equipo de Grumir de Ponteceso que acudió al aviso se salió de la vía. Uno de los ocupantes resultó herido en un pie y fue trasladado al Chuac.

Además, en el caso urbano de Carballo un par de postes telefónicos tuvieron que ser reforzados porque sufrieron el embate de las fuertes rachas de viento. Fue en las inmediaciones de la piscina Carballo Calero.

En el mar lo peor se espera hoy. En Corme la empresa que explota las bateas retiró los restos de los artefactos que llevaban en la playa de Arnela desde el anterior temporal, en diciembre. La actuación ya estaba prevista desde hacía semanas, pero ya que para mañana se esperan olas de hasta 9 metros, la coincidencia ha sido afortunada.

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