«Podo esquecer o móbil, pero a baralla de cartas nunca: sempre a levo no peto»

Si todo el mundo hablase de su oficio con la misma pasión que lo hace el Mago Álex, las cosas serían distintas. Está feliz. Álex es Alejandro Torres Louzao, un carballés de 19 años. «Non hai outra cousas no mundo que me guste máis que a maxia», afirma. Tenía unos diez años cuando empezó a interesarse por esta arte: «No Xabarín Club da TVG saían as mans dun mago facendo trucos e logo explicábaos. Un día probei, saiume e dixen: ¡Dios mío, ¿pero quen son eu?!». Resultó una sorpresa para él y sus padres, por lo que siguió aprendiendo con libros: «Todo o mundo ten perdido pola casa un libro de maxia, e eu atopei o meu».

Cree que cuando su madre lo vio con la magia debió de pensar que sería cosa de tres días -porque es muy polifacético-, pero no. Tuvo el apoyo total de los suyos cuando dijo: «Mamá, quero ser mago». A los 13 años, Javier y Mónica, al frente del grupo Vagalume Animación, le dieron la oportunidad de ir presentando sus galas de teatro, enfrentándose así al público. Álex fue sumando experiencias hasta que, cuando tuvo edad universitaria, se fue a estudiar a Madrid. A estudiar magia, sí, porque hace pocos años se habilitó una carrera universitaria, en el Real Centro Universitario María Cristina. Allí -desde donde hablaba el viernes- lleva Alejandro un año. Andaba estos días a vueltas con las últimas pruebas y resultados. Por delante le quedan dos cursos. «Aínda que non houbese carreira, tería sido mago igual», afirma. Es una disciplina aún «novidosa» en la que tocan muchas ramas: cartas, mentalismo, hipnosis..: «Un cando empeza na maxia vai lendo libros e chega aquí e ve aos autores, en carne e óso, dando clase, e imaxina...». Aún no había cumplido él la mayoría de edad cuando empezó a organizar sus trucos y a configurar un pequeño espectáculo de una hora: lo llamó De ilusións tamén se vive. Un título muy acertado y que él cree posible.

Con 18 años se inició con actuaciones en celebraciones y fiestas. Recuerda una ocasión en la que, estando en el Teatro Colón coruñés, comentó que, algún día, le encantaría actuar allí. No había pasado ni un mes y lo pudo hacer, en la gala de teatro Candilejas de Don Bosco. ¡Tremendo! El Mago Álex, de momento, ha centrado sus actuaciones en Carballo, Berdillo o Sofán, aunque también se ha pasado por Vigo, Ourense o Santiago. Hace dos fines de semana se estrenó en Madrid y, realmente, se siente «moi orgulloso». Su magia es para niños y adultos: él solo los diferencia por nivel de exigencia: «O público infantil é o máis esixente do mundo. Hai que poñer as pilas a tope». Lo suyo es magia de salón, pequeñas ilusiones, magia cómica... Tira mucho de la baraja. Alejandro apuntilla: «Podo esquecer o móbil, pero a baralla de cartas nunca: sempre a levo lo peto». Le encanta esa magia «de cerca» y tiene dos referentes y mentores: Dani DaOrtiz y Juan Tamariz. A los dos pudo conocerlos: «Non o esquezo na vida». ¿Existe la magia? Lo tiene claro: «Todo o mundo sabe que detrás da maxia hai un segredo [y no lo cuentan para manternerlos ilusionados]. A maxia existe no momento no que o espectador sabe que hai ese segredo, pero, pese a todo, empeza a rir, a disfrutar, a preguntar como se fará...».  

Espacio en Radio Voz Bergantiños

Hace un tiempo que el Mago Álex tiene un espacio en Radio Voz Bergantiños. Por la redacción todavía andan unos conejitos de espuma que sacó de la mano del locutor sin que este pudiese entender cómo: «Na radio o espectador non te ve e iso faino máis complicado. Pero gústame moito cando están contando o que estou facendo e, de repente, cando sae o truco, calan. Iso é a maxia». La experiencia le encanta: «Son un amante profundo da radio e falo moitísimo. ¿Non se nota, verdade?». Tiene claro su futuro y, quizás, podría instalarse en Madrid: «Teno todo, espectáculos as 24 horas. Podo ver maxia todos os días, e teatro, que me apaixona». La próxima actuación de Álex en Carballo será el viernes: 18.30, Biblioteca Rego da Balsa. Es una cita solidaria, organizada por Cruz Vermella.

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