Cuatro de los 13 ediles de Cee no representan ya a los partidos por los que se presentaron a las elecciones
22 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Dentro de poco va a hacer falta un mapa para entenderlo y aunque no se pueda hablar de transfuguismo al uso, de ese que lleva aparejadas oscuras maniobras para lograr cambios de poder, sí que en el pleno de Cee hay fugas y recurrentes, por parte de ediles que ya no representan a los partidos por los que se presentaron a las elecciones.
Por poner un ejemplo, en el grupo del PP, hasta hace nada el más numeroso incluso por delante del gobierno, lo que ya de por sí no deja de ser llamativo, solo queda Mabel Fernández de los que empezaron el presente mandato. Pedro Loureiro lo dejo a las primeras de cambio, casi al tiempo que se supo que los populares no estarían en el gobierno, y José Manuel Rodríguez, Pato, se hizo a un lado a finales de marzo, sin demasiados aspavientos y aludiendo a cuestiones personales y profesionales. De ahí que entrasen en la corporación, primero Águeda Díaz y luego José Oliva, aunque el verdadero aldabonazo en las filas populares llegó esta semana con el paso a los no adscritos, que ahora son mayoría, de la exalcadesa Zaira Rodríguez.
Aunque todo apunta a que se tratará de un desencuentro sonado, en el que aún no están escritos los últimos capítulos, no se trata ni mucho menos del único. Basta ver la relación, escenificada en los plenos, entre Modesto Rivas y su exjefa de filas en el PSOE, Margarita Lamela. Caso parecido, aunque muy diferente en cuando a exposición pública, al de Juan Bautista Areas, durante años mano derecha de Ramón Vigo y ahora casi siempre dispuesto a votar en contra de la postura del gobierno local.
La salida de Areas junto a Yolanda García de IxCee, que precarizó aún más los apoyos de Vigo, ya no era la primera de los últimos tiempos, porque en el mandato anterior uno de los casos más sonados fue la renuncia de Plácido García, ahora edil por Ciudadanos, a cuenta del proyecto, que al final quedó en nada de la fábrica de tubos.
En resumen, podría decirse que la mayoría de partidos tienen ahora entre sus principales críticos a exmiembros de sus propias filas, sobre todo si atendemos a los acercamientos que se vislumbran de cara las próximas elecciones, como el del propio Areas con el PP o el de Rivas con Ciudadanos.
Mínimo siete candidaturas
Es más, en el caso de que Zaira Rodríguez llegue a concurrir a los comicios por la formación naranja se produciría ya la cuadratura del círculo, en la que incluso se podría ver surgir alguna candidatura más de las siete que ya están anunciadas, porque García pretendía no hace muchos meses una colaboración con el que fuera candidato de CG en el 2015, Álvaro Fernández, que de no darse en Ciudadanos podría concretarse fuera.
Eso sí, aunque todo lo expuesto deja claro que las relaciones cainitas se imponen en muchos frentes, porque incluso han echado por tierra en poco tiempo incluso relaciones de amistad que venían desde el colegio, al menos impera la buena educación y, todo hay que decirlo porque es de agradecer, en el debate político ceense impera el respecto, algo que no ocurre en otras partes con divergencias políticas menos evidentes.
Si no se producen sorpresas en los pocos meses que quedan -que hay poco margen para ello pero, visto lo visto, sería aventurado descartarlo- la palabra la tendrán los electores, aunque las previsiones de fragmentación e ingobernabilidad son evidentes.