Carlos Oliete, pregonero de la Xunqueira 2025: «Soy ceense de adopción y vocación»

Antón Lestón
Antón Lestón CARBALLO/ LA VOZ

CEE

Marcos Rodríguez

Entrevista | Llegó a la fábrica de Brens en 1971 y la dirigió desde los 80 hasta el 2016, impulsando el crecimiento del Concello de Cee y la comarca con diversas iniciativas y actividades

13 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Las Festas da Xunqueira de Cee arrancarán, como siempre, a partir del pregón. Una responsabilidad a la que en Cee se le guarda un respeto y un cariño muy fácilmente palpable en la Praza da Constitución, o Alameda, donde esta noche será Carlos Oliete el encargado de abrir el programa festivo. Llegó a la fábrica de Brens en 1971, con 22 años y una década después ya dirigía la planta, a la que hizo crecer hasta su jubilación, el 31 de enero del 2016.

—¿Cómo recibió la noticia de que sería el pregonero?

—Con mucha sorpresa. No lo esperaba a estas alturas de mi vida y retirado ya de mis actividades empresariales desde hace casi nueve años. Pero en cualquier caso, con mucho orgullo, considerando que es un gran honor y mostrando un gran agradecimiento a la alcaldesa por haber pensado en mí. Es, también, una responsabilidad y un reto.

—¿Qué le deja más orgulloso de su trayectoria?

—Haber pasado cuarenta y cinco años de trabajo profesional en Cee. Siempre me propuse desarrollar mi vida personal y profesional en Cee. Y a pesar de haber recibido ofertas, porque casi medio siglo de trabajo da para mucho, mi objetivo siempre fue luchar por mejorar la fábrica de Cee y, de forma indirecta, el entorno, el municipio y la comarca. De eso es de lo que más orgulloso me siento, pero medio siglo da para mucho: momentos buenos y otros malos.

—Apostó, también, por desarrollar iniciativas culturales o deportivas.

—Siempre apostamos por integrarnos y hacer lo mejor posible para que, dentro de los objetivos de la empresa, que pasaban por obtener beneficios, esos beneficios repercutiesen en la Costa da Morte. Así que actuamos en muchos frentes: en lo cultural, deportivo, educativo, lúdico... Cuando alguien tenía una propuesta, nos la presentaba y, si nos parecía adecuada, colaborábamos encantados.

—¿Sigue viviendo en Cee?

—Sí. Soy ceense de adopción y vocación. Es cierto que no resido aquí de manera continua, pero paso todo el verano y en invierno vengo con mucha frecuencia. Cee es mi vida.

—¿Qué le dice la gente por la calle?

—Cada vez que vengo me encuentro con el cariño, el afecto y la consideración de todos los vecinos, hayan sido o no hayan sido trabajadores de la empresa. En eso estoy orgulloso de poder mantener conversaciones relajadas recordando viejas batallitas que entre todos sacamos adelante.

—¿Cuáles son sus primeros recuerdos de Cee?

—Casi no los guardo porque hace medio siglo de eso. Los pocos que me quedan los comentaré en el pregón. Se puede decir que cogí un avión en Barcelona y aterricé en Cee, por lo que la sorpresa fue grande. Lo que sí tengo muy presente es esa primera vez que vi el mar bajando por la gasolinera. Y desde el minuto uno, encontrarme con un pueblo maravilloso y unos vecinos extraordinarios que me acogieron con mucho cariño y facilitaron mi integración.

—¿Disfruta de las Festas da Xunqueira?

—Sí, ya insisto en que me considero ceense y por eso las Festas da Xunqueira son el no va más, y por lo tanto intento vivirlas con toda la intensidad que mi cuerpo me permite hoy en día. Las disfruto, sobre todo, con la familia.