El tiempo se alió con el «cochiño» de Cerceda en su 25.º aniversario

P. BLANCO / A. GARCÍA CARBALLO / LA VOZ

CERCEDA

¡A comer! El encuentro culinario reunió en O Acevedo a miles de personas. El secreto de la carne, calor y horas

28 jul 2024 . Actualizado a las 01:27 h.

«Estamos especialmente contentos co tempo, quedou unha tarde fantástica, ideal para a festa». Juan Manuel Rodríguez, alcalde de Cerceda, pronunciaba este sábado estas palabras mientras esperaba por el postre, música tradicional de fondo, en la 25.ª edición de la Festa do Cochiño. Cochiño y mucho más, como ya se dijo en las horas previas, y «moi bo» estaba tanto lo que da nombre al encuentro como el churrasco y demás compango: pollo, pulpo, criollos... «Todo fantástico», cercioraba a esa hora el regidor sobre esta cita que promueve el Concello con el apoyo de la Deputación.

Imposible dar números, pero a decenas y decenas se contaban las carpas particulares a mayores de las instaladas por el consistorio y en más de 1.100 se cifraron las reservas previas. No todo el mundo reserva, claro, así que el público se hace incontable. Ya no se presencian los espetos como años atrás, pero se degusta igualmente una carne muy tierna que tiene por secreto el calor y el dorado: «É para gustos, ou che gusta ou non». Lo contaba Maricarmen poco antes del reparto, explicando que del horno se encargaron ella y Antonio, de Vedra: 50 cochiños con mimo, asados durante media docena de horas.

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«Oxalá saiba todo tan ben como o está o ambiente», apuntaba pasada la una de la tarde Maricarmen Eyo, de A Estrada. Ella, que ostentó el título de mejor pulpeira de Galicia, tiene la mañana de cuatro decenios y medio manejando cefalópodo. Este sábado lo volvía hacer en Cerceda, y sin dejar de lado el cochiño. Es una cita que le agrada, al igual que a Antonio Velo, coruñés y, en este caso, comensal. Debía de ser su segunda o tercera vez en el recinto de O Acevedo: «Viñera, pero hai moitos anos». Ha visto un cambio para bien, mimo en la organización, y así lo contaba justo antes de degustar la carne. Le hizo falta poco para afirmar que habría que repetir porque estaba muy de su agrado. Antonio acudía con su mujer, y dando razón a las palabras del alcalde, quien había explicado que el Cochiño hay muchas formas de vivirlo, explicaba que saldrían pronto de Cerceda, sin esperar a la verbena.

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Acudían a lo puramente gastronómico, y está bien, como lo está esperar «ata que o corpo aguante, dúas, tres da madrugada», que es lo que haría la peña de 40 amigos de la que formaba parte Daniel Veiras. Llegaban de Rodís (Cerceda) y Lesta (Ordes), algunos de ellos con unas estampadísimas camisas con cerdos dibujados que desde luego iban que ni pintadas para la ocasión: «Mercamos 80 racións das do Concello, unhas 15 de cochiño», cifraba. Llevan acudiendo a Cerceda ya unos 7 u 8 años, y para ellos esta fiesta es amistad y familiaridad: en su grupo, edades desde los 7 hasta los más de 60 años.

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A unos pasos del Aquapark, este 25.º aniversario del Cochiño en Cerceda empezó, por las valoraciones recabadas, con muy buen pie. «Patrimonio histórico de todos», apuntó el alcalde, y una de las citas más esperadas del verano en la Costa da Morte, dinamizada este 2024 por Faíscas da Pontragha, San Martiño de Cerceda, Os Máquinas o, ya en la verbena, Los Satélites y París de Noia.