El escritor Jaime Izquierdo Vallina: «De función pública es un libro muy asturgalaico»

Es de Infiesto, Asturias (1958). Un día descubrió O Couto y su inseparable Fundación Eduardo Pondal, y a Luis García con su también querido Centro de Promoción Rural-EFA Fonteboa, y ya no hubo marcha atrás. «Soy reincidente en mis visitas a la Costa da Morte. Mi mayor afición es la de viajar y caminar por lugares como este, sitios auténticos», decía el geólogo Jaime Izquierdo Vallina en una entrevista concedida a La Voz este verano mientras disfrutaba de sus vacaciones haciendo el Camiño dos Faros por la zona. «Galicia y Asturias compartimos las aldeas y las parroquias. Yo las defino como una especie territorial en peligro de extinción a la que había que prestar atención», añadía.

Es un fiel defensor de la naturaleza, el rural y sus tradiciones. Hoy vuelve a esta comarca, además, con cita doble. Lo hará, precisamente, en esos dos epicentros de desarrollo rural, ámbito en el que es experto, en Ponteceso y Coristanco, para presentar su último libro, De función pública. Antes, el que durante años fue comisionado para el reto demográfico en el Gobierno asturiano, hizo una parada en el programa Voces do Agro, de Radio Voz, dirigido por Fran Rodríguez y Luis García, para avanzar detalles.

—Háblenos de su publicación más reciente.

—Aborda una función no reconocida como tal que es la que el campesinado hizo a lo largo de los siglos para la conformación del territorio y de los paisajes rurales a las afueras de la ciudad. Esta última tiene una dinámica de construcción determinada, pero el campo, que es mayoritario en Asturias o en Galicia, se hizo a base de la acumulación de conocimiento. Y se habla poco de esa construcción pública de la que nos beneficiamos todos, no solo en la alimentación, sino en lo que tiene que ver con los paisajes y la ordenación del territorio. Por tanto, la idea es esa: llamar la atención sobre esa función.

—En ella, recopila artículos que publicó en los últimos veinte años.

—Sí, trabajé mucho en metodologías y ensayos sobre estas cuestiones, pero entre libro y libro, publicaba artículos en prensa con carácter de divulgación. Esa recopilación se materializa ahora en uno que recoge 53 de esos escritos.

—En él no falta, incluso, Álvaro Cunqueiro.

—De función pública, ojo con juntar mucho el de y la efe porque sale defunción [risas], es un libro muy asturgalaico. Primero, porque las ilustraciones son de Pepe Blanco, que trabajó siempre en Sargadelos y es muy conocido en la Mariña lucense. Segundo, porque la portada es de un cuento de Cunqueiro, El caballo de Alberto Merlo. Un caballo que habla y que en la primera escena le pregunta a su dueño, que está mirando el periódico: «Como vai o mundo?». Estos días leí que hasta hace apenas unas décadas, las noticas que interesaban a la gente eran locales. Las universales no. Se tenía poco acceso a ellas. Además, importaba la proximidad, lo vecindario.

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