
Poco a poco se recuperan mies de tumbas sepultadas por la lava en la erupción del volcán de La Palma
02 jun 2025 . Actualizado a las 09:28 h.De los muchos lugares simbólicos que se escogieron como tristes iconos de la destrucción por el volcán de La Palma (iglesia, colegio, plaza...) el cementerio de Las Manchas, en la parte del municipio de Los Llanos, fue uno de ellos. Quedó en medio de una de las caídas de las coladas, que se llevaron por delante muchos panteones y se cubrieron más (y bastantes se salvaron también). En algunos puntos, la lava incluso bajó lentamente por la escalera central. Si no fuera por eso, los ojos se posarían en el lugar al que, en pendiente, miran los nichos: el mar. Las vistas son excepcionales, y recuerdan a las planteadas por César Portela para el cementerio de Fisterra. Pero aquí la mirada escapa hacia las tumbas, a las enormes rocas negras que aún cubren buena parte del recinto. Aunque eso no es nada en comparación con lo que hubo: en estos años se ha llevado a cabo un ingente trabajo de pico y pala con tacto de orfebre para minimizar los daños en las lápidas.

Hay espacios que son absolutamente irrecuperables, sobre todo los enterramientos del suelo, y en otros nichos del panteón el volcán arrasó con todo. Durante un tiempo, los familiares dejaban las flores sobre la lava. Pero sorprende la labor tan meticulosa, ayudada en parte por la ceniza previa que había caído antes de la colada: fue una especie de colchón que resistió unos metros por debajo, minimizando los daños. El que fuera tanatorio y crematorio aparece ahora como un monolito abandonado, casi como un triste homenaje.
En la visita al cementerio acompaña el operario de mantenimiento, que depende del Ayuntamiento. Es municipal, y da servicio a una gran extensión. Recuerda cuando acudía a limpiar los techos de ceniza para evitar los desplomes, «para salvar lo que fuera». En algunos casos ha habido que trasladar restos hasta dos veces. Pero hay vida de nuevo en este campo de muertos.
«Aquí se ha hecho un trabajo espectacular de recuperación, ya que estaba prácticamente sepultado en una gran superficie, ahora vas a verlo y parece que con todo lo que han picado durante meses está un poco igual que antes», dice Javier Llamas, alcalde de Los Llanos. Le ha dedicado «mucho tiempo y cariño», y hay un amplio proyecto de ampliación.