Los festivales, un valor en alza para el turismo y la hostelería de la Costa da Morte

Marta López / Patricia Blanco CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

Hoteles y restaurantes se benefician del tirón que tienen este tipo de citas festivas

21 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Lejos quedan las épocas en las que los grandes festivales de música se saldaban con pérdidas millonarias. En la Costa da Morte no hay Woodstock, ni FIB, ni Arenal Sound, pero sí unas cuantas citas imprescindibles repartidas con atino a lo largo del verano que se dejan notar, y mucho, en la hostelería y restauración local.

Pese a que cada vez son más los conciertos y festivales en los que se permite la acampada, son muchos los asistentes que prefieren dormir en firme y bajo cubierto. Para el Hostal Miñones, de Baio, el fin de semana de la Carballeira es algo así como su agosto particular. «Para nós eses días son a clave, estamos sempre completos», indica José María, propietario. Añade que las reservas se cierran con semanas de antelación y que muchos incluso repiten cada año: «Levamos aproximadamente dezasete anos aloxando a un grupo duns 20 amigos de Córdoba que viaxan cada ano a Zas para ir á Carballeira». Y no solo eso, sino que además se quedan unos días para hacer turismo por la zona, «e iso tamén lles dá ganancia aos restaurantes, aos taxistas... a todos nos beneficia», reconoce el empresario.

En Malpica, cuando llega el tiempo del Nordestazo Rock, más de lo mismo. «Sempre que haxa foliada, como digo eu, todos os que vivimos do turismo o notamos». Así confiesa Jesús Blanco, del Hostal JB, que este año colgó el cartel de completo con festivaleros y amantes del rock el primer fin de semana de agosto.

Varias localidades de Bergantiños notaron el tirón de los conciertos en Balarés

Un verdadero hervidero de gente se dejaba ver en los últimos días por Balarés y Ponteceso. De hecho, no solo se notó el tirón de VdeValarés en este municipio, sino también en otros anexos, que se llevaron su pellizco. El Hostal Miñones de Baio acogió a seis miembros de una de las bandas que actuaron a lo largo del fin de semana. «É raro o ano no que non chegue xente do VdeValarés aquí porque pola zona de Ponteceso esgótanse as habitacións», señala su gerente. En Carballo, ocurre algo similar en el Punta del Este. Aunque el volumen no es significativo, «xa que estamos en tempada alta e xa de por si hai moita xente, si que se nota a súa presenza», explican.

En Corme y Ponteceso colgaron el cartel de completo este fin de semana. «Hai xente que mesmo reserva de un ano para outro, os que xa veñen todos os anos», señala Nicolás, de la pensión Teyma. «Este tipo de cousas sempre deixan beneficio ao pobo: supermercados, farmacias, hoteis, restaurantes... Todos levan a súa pequena parte», añade.