
Especial de turismo | Abrazar el mar y abrirse a la inmensidad tras el recogimiento del peregrinaje adquiere otra dimensión en Muxía, remate también de la Vía Mariana e icono del popular Camiño dos Faros
18 jun 2025 . Actualizado a las 23:22 h.En el Marco do Couto de Dumbría, bajo la sombra vigilante de la escultura del Vákner, quien peregrina al finis terrae decide si tomar rumbo hacia donde los romanos situaron el fin del mundo conocido o si enfilar hacia Muxía, esa que dicen novia del viento. Si en el Alto da Armada de Cee el caminante otea el océano, Muxía permite el abrazo pleno con él, posar los ojos ante la inmensidad del Atlántico, prendados del horizonte. He aquí el verdadero Camiño. Una red de servicios orientada al peregrinaje y un reconocimiento propio, la muxiana, aderezan en esta tierra la magia de ser fin. Muxía no es solo remate de la ruta jacobea, también de la Vía Mariana, un trazado que no anda lejos de los 400 kilómetros y que une los santuarios de devoción mariana, con inicio en Braga (Portugal).
No es este un año cualquiera para Muxía, y menos para la Iglesia Católica. Año Jubilar 2025, serán en este municipio el de la señalización, por parte del Concello, precisamente de la Vía Mariana, «un fito». Más allá de la espiritualidad, o del Camiño de cada quien, lo cierto es que el peregrino a Muxía halla a su paso un inmenso patrimonio artístico que encabeza el Mosteiro de Moraime, con frescos medievales únicos en Galicia, la catedral de la Costa da Morte. San Xián de Moraime es joya arquitectónica e histórica, allí donde escondió el conde de Traba al niño que luego sería el rey Alfonso VII para mantenerlo a salvo de su padrastro. Conquista el caminante cruceiros, iglesias rurales, hórreos, arquitectura popular y... al final de todo, el santuario da Virxe da Barca y todo su entorno pétreo cargado de significados y leyendas. De la escultura A Ferida hasta el faro, cada piedra tiene algo que contar.
Escuchar en Muxía adquiere otra dimensión, y si no que se lo pregunten a los trasnos del Camiño dos Faros, 200 kilómetros desde Malpica cuyas tres últimas etapas (Camariñas-Muxía, Muxía-Nemiña y Nemiña-Fisterra) transitan costa del paraíso muxián.