«Non só é cuestión de igualdade, senón de futuro», se dijo ayer en la Casa da Cultura en el Foro Alza Voz de Muller
07 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«Necesitamos fortalezas, apoios e políticas públicas que nos axuden a remover as trabas que nos teñen lastradas». Los de Rosa Arcos, desde entidades como Fademur, son decenios de lucha para dar voz a las necesidades de la mujer en el rural, y en esas sigue. Pronunció estas palabras ayer en el primer Foro de Liderado Feminino no Rural Alza Voz de Muller, en Vimianzo, en una mesa de diálogo sobre el emprendimiento en el que también tomaron parte Mar Barreiro, gerente de Reneymar; Paula Pose, gerente de Agrosoneira, e Inés Silva, fundadora de ISlow Coliving. Arcos fue clara en su consideración del rural como «hostil» para que las mujeres emprendan. A ellas se las cuestiona más, han de demostrar todo dos veces, pero lo hacen y, es más, a juicio de Paula Pose, enfocando la empresa «dunha forma máis empática».
El encuentro en Vimianzo, promovido por Concello y Deputación, incidió a lo largo de la tarde de ayer en la necesidad de forjar referentes. «Estamos facendo historia», se dijo en algún momento. A la hora de desarrollar su proyecto, Inés tuvo los suyos, y algunos fruto de la rebeldía: «O meu espírito emprendedor nace da idea de non querer encasillarme». La conclusión del vídeo proyectado como bienvenida a un encuentro desde el rural con «vocación amplificada» era bien clara: «Liderar en feminino non é unha moda, é un acto de xustiza, unha revolución pendente». Pero está en marcha.
«O talento feminino está transformando a provincia»
«As mulleres que lideran xa están desafiando o guión deseñado para elas», afirmó la alcaldesa de Vimianzo, Mónica Rodríguez, en la apertura de Alza Voz de Muller. Hacerlo supone un ejercicio de «formación, esforzo, valentía e autoconfianza» que tiene impacto en la economía, en el empleo, en la fijación de población y desde luego en el desarrollo personal. Trabajar por la igualdad no es solo cosa de un día, y para muestra, dijo Rodríguez, este foro, «soño colectivo que se fixo realidade». Tampoco lo es de un solo color político, afirmó la edila María José Pose, y para muestra la representación de ayer: «Debemos estar todas xuntas no mesmo camiño. Non só debemos. Estamos».
El rural es cultura y es de todos. Lo afirmó la directora xeral de Promoción da Igualdade, María Quintiana, tomando como referencia palabras de Tierra de mujeres, de la cordobesa María Sánchez: «O rural é Galicia, como tamén son as mulleres. As redes de mulleres rurais teñen un valor incalculable (...) Emprender é unha carreira de fondo, facelo sendo muller e no rural adquire unha maior intensidade». El liderazgo femenino, «e eu engadiría que feminista», en palabras de la diputada provincial Avia Veira, es «urxente». Queda camino por recorrer y, dijo, «non caben silencios nin aplausos a quen vai en contra dos nosos dereitos como mulleres». «Temos a obriga moral —siguió Veira— de exercer o liderado doutra maneira. Podemos cambiar o mundo. Sabemos construír dende a base e dende as redes de apoio que nos sustentan». Finalizó con un deseo: que las próximas generaciones no deban elegir entre personal y lo profesional.
«O talento feminino está transformando silenciosamente a nosa provincia. As mulleres do rural somos a chave para crear vida nas nosas vilas», aseguró de su lado la diputada provincial Rosa Ana García. Incidió en el papel de planes como el PEL Emprende, que hace posible este encuentro.
Se acabó eso de «sueño pequeño, sueldo pequeño, impacto pequeño». Para María Rivas, subdelegada del Gobierno, este «poderoso» foro en Vimianzo es «unha declaración de intencións, unha afirmación colectiva: as mulleres temos moito que dicir e decidir». Romper moldes «nunhas estruturas que non son neutrais» en una sociedad «durante moito tempo pensada por homes e para homes», con las mujeres «figurantes»: «Esa desmemoria da muller é unha ferida que temos que curar. Somos a metade da poboación, temos que ser a metade do relato, das decisións e do poder. O liderado feminino no rural non só é cuestión de igualdade, senón de futuro».