Si quiere prevenir un infarto, mejor váyase a la cama entre las diez y las once de la noche

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN

CIENCIA

CNIC

Un estudio en el que se siguió a más de 80.000 personas durante 5,7 años revela que acostarse a partir de la medianoche incrementa en un 25 % el riesgo de un accidente cardiovascular

17 nov 2021 . Actualizado a las 13:06 h.

Dormir menos de seis horas o más de nueve es malo para el corazón. Que la falta o el exceso de sueño aumenta el riesgo de un ataque cardíaco o de un accidente cardiovascular es algo en lo que han coincidido varios estudios en los últimos años, lo que demuestra la importancia de un descanso adecuado en la prevención de infartos, arritmias o insuficiencias cardíacas. Pero, sentada esta base, ¿cuáles son las mejores horas para irse a la cama?

Un nuevo estudio liderado por la Universidad de Exeter y que se ha publicado en la revista científica European Heart Journal revela que la mejor hora para empezar a dormir es entre las diez y las once de la noche, si lo que se pretende es proteger al corazón y prevenir posibles daños.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron los datos de 88.026 personas participantes en el Biobanco del Reino Unido, en los que recopilaron datos sobre el inicio del sueño y la hora a la que se despiertan. Todos ellos fueron seguidos durante un promedio de 5,7 años mediante un acelerómetro en su muñeca. Durante este tiempo, un total de 3.172 participantes en el experimento desarrollaron enfermedad cardiovascular.

Los científicos analizaron la asociación entre el inicio del sueño y los eventos cardiovasculares después de realizar un ajuste por edad, sexo, duración del sueño, irregularidad del sueño (definida como tiempos variados para irse a dormir y despertarse), cronotipo autoinformado (madrugador o noctámbulo), tabaquismo, índice de masa corporal, diabetes, presión arterial, colesterol en sangre y nivel socioeconómico.

¿Cuáles fueron las principales conclusiones? Que el riesgo de ataque cardíaco fue mayor entre las personas que se acostaban a partir de la medianoche y más bajo entre los que lo hacían entre las diez y las once de la noche.

Aquellos que se fueron a la cama a medianoche o más tarde presentaban un 25 % más de riesgo de enfermedad cardiovascular en comparación con aquellos que lo hicieron en el intervalo óptimo. El riesgo entre los que se acostaron entre las 11 y las 12 de la noche fue del 12 %, pero el de los que se quedaron dormidos antes de las diez de la noche se elevó a un 24 %.

En un análisis más detallado por sexo, la asociación con un mayor peligro cardiovascular fue más fuerte en las mujeres. Sin embargo, David Plans coautor del estudio y profesor en la Universidad de Exeter, lanza una precisión: «Puede ser que haya una diferencia de sexo en la forma en que el sistema endocrino responde a una interrupción en el ritmo circadiano. Alternativamente, la edad avanzada de los participantes del estudio podría ser un factor de confusión, ya que el riesgo cardiovascular de las mujeres aumenta después de la menopausia, lo que significa que puede no haber diferencia en la fuerza de la asociación entre mujeres y hombres».

Las conclusiones del estudio, de seguimiento y de carácter observacional, aún tendrán que confirmarse con nuevos trabajos, pero marca un camino. «Si bien los hallazgos no muestran causalidad, la hora del sueño se ha convertido en un factor de riesgo cardíaco potencial, independientemente de otros factores de riesgo y características del sueño. Si nuestros descubrimientos se confirman en otros estudios, el horario para dormir y la higiene básica del sueño podrían ser un objetivo de salud pública de bajo costo para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca», destaca el investigador de la Universidad de Exeter.