Científicos europeos presentan una tarta comestible creada con elementos robóticos
CIENCIA

El postre incluye baterías recargables aptas para el consumo capaces de iluminar las luces LED que adornan el pastel
14 abr 2025 . Actualizado a las 20:07 h.Científicos italianos y suizos han logrado crear una tarta que incluye robots y baterías completamente comestibles que han bautizado como RoboCake. El pastel ha sido elaborado por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) en Suiza y del Instituto Italiano de Tecnología (IIT) con la colaboración de la Escuela de Hostelería de Lausana, según recoge la agencia Efe.
Las baterías recargables, capaces de iluminar las luces LED que adornan la tarta, están compuestas de chocolate, carbón activado, vitamina B2 y quercetina —compuesto natural presente en muchas frutas y verduras—, cuyo consumo es totalmente seguro, señalan los responsables del proyecto. Además, el pastel está coronado por dos ositos de gelatina, sirope y colorantes, también comestibles en su totalidad, que pueden moverse mediante un sistema neumático interno cuando se inyecta aire desde el exterior. «El primer sabor que nos llega al comer las baterías es el del chocolate, seguido de un sorprendente toque picante que dura unos pocos segundos, causado por los electrolitos de su interior», explica el estudiante de doctorado del IIT Valerio Galli.
El RoboCake forma parte del proyecto RoboFood, un programa financiado por la Unión Europea para intentar buscar aplicaciones de la robótica en el mundo de la alimentación. La tarta se mostrará en la Exposición Universal de Osaka, que acaba de inaugurarse en la ciudad japonesa.
Los científicos consideran que la combinación de la robótica y la alimentación —disciplina esta última donde la tecnología ha ido ganando peso en los últimos años, especialmente en el campo de la alta cocina— puede tener numerosas aplicaciones. Por ejemplo, se buscan maneras de reducir tanto el desperdicio de comida como el de componentes electrónicos, así como formas de llevar con más facilidad alimentos a zonas de difícil acceso, como aquellas afectadas por conflictos, señala la EPFL.