Los corredores pierden su verdor

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El Ayuntamiento se compromete a revisar los proyectos actuales y futuros

20 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Son, o eran, el futuro. Lo nunca visto, la transformación de las calles invadidas por el tráfico en bellos parajes que invitan al paseo. Bautizados como corredores verdes, fueron ideados por el urbanista Joan Busquets y ejecutados por el anterior gobierno municipal, que presumió de ellos y los vendió como la humanización de los barrios.

Empezó por Orillamar, siguió por Pablo Picasso y remató en General Sanjurjo. Algo más de 2,5 millones de euros costó el primero, que, según pregonaban, marcó «la pauta del diseño de tráfico blando, renovación estética y confortabilidad para que los vecinos vuelvan a convivir en las calles». Hubo cambios en pavimentación, saneamiento, y, sobre todo, ampliación de aceras, renovación de mobiliario y espacio para el verde.

En idéntico sentido, en Pablo

Picasso, se hizo hueco para invertir los 3 millones de euros que costó renovar la vía, con carril bici incluido, para abrir en la segunda fase de Elviña una calle central. De naturaleza y aspecto distinto es el corredor verde de General Sanjurjo, donde se invirtieron 2,7 millones en extender una mediana arbolada desde Cuatro Caminos al cruce con la ronda de Outeiro, que ahora desaparecerá porque, según el actual edil de Seguridad, Julio Flores, «supone un peligro en caso de una emergencia», y eso es sagrado.

Problemas

Todo muy bonito y, quitando algunas voces, aplaudido por los vecinos. Pero ni se han cumplido dos años de su existencia y surgieron problemas. En General Sanjurjo, el antes comentado. Y en Orillamar muchas de las baldosas están sueltas. ¿Se ha venido abajo la idea humanizadora de Busquets? ¿Serán estos tres corredores verdes los primeros y los últimos que vean los coruñeses? Desde María Pita se dice que no, que la filosofía del plan diseñado por el urbanista catalán está intacta. Pero «esta vez» tiene que casar con los intereses de comerciantes, conductores y vecinos.

No parece que vayan por ahí los tiros. El actual gobierno municipal «nunca criticó los corredores verdes, sí cómo se hicieron», indican fuentes del ejecutivo local. Corredores sí, pero distintos, vienen a decir. De hecho, una de las promesas de campaña de Carlos Negreira fue la «revisión» de los corredores verdes. Pero eso no quita que esté con lo dicho por los expertos en su día.

Dicho de otra manera: donde antes había cemento y caos, ahora hay jardines y sosiego. Eso, en la teoría. ¿En la práctica? Hay opiniones para todos los gustos. Eso sí, no encontrarás a nadie, ni en Orillamar, Pablo Picasso o General Sanjurjo que diga que antes era todo mucho más bonito. Nadie se queja de la estética. Se quejan del aparcamiento, de que al menguar las calzadas se forman grandes retenciones y hay comerciantes que lamentan que la imposibilidad de poder dejar el coche en doble fila un minuto les espante los clientes.

Qué pasará a partir de ahora en otras zonas donde Busquets dibujó corredores verdes. «No hay marcha atrás», afirman en María Pita. Pero el edil de Seguridad y primer teniente de alcalde, Julio Flores, avisa: «Vamos a dialogar con los vecinos y con los comerciantes. Son tres obras, o cuatro si incluimos la de la Marina, que se han hecho sin diálogo previo, que han causado problemas añadidos a los vecinos y es evidente que tenemos que priorizar qué tenemos que solucionar ahí».