El acusado de tomar imágenes a niños en parques dice ser «un amante de la fotografía»

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Sostiene que los propios menores le pedían ser retratados

06 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando en el 2012 la policía entró en su ordenador y vio lo que allí había -nada menos que 28.000 imágenes y vídeos de pedofilia-, el hombre reconoció que todo aquello lo había descargado él, que tenía un problema y, de hecho, se sometió a un tratamiento que, según dice ahora, lo curó. Ya no ve esas cosas ni fotografía a niños por la calle. Ayer fue juzgado en la Audiencia Provincial y asumió que el material hallado en su computadora era suyo y que las fotografías que aparecían en su cámara en las que salían menores en diferentes puntos de la ciudad -alrededores de colegios, parques y autobuses- las había tomado él. Pero para nada malo, precisó. Si salía a la calle con su cámara y disparaba aquí y allá era por ser «un gran amante de la fotografía». Como lo es de la historia, según puntualizó el acusado.

Preguntado también por las imágenes que tenía en su cámara en las que aparecían tres niños, hijos de un familiar, con poses indecorosas y desnudos, el procesado aseguró que «solo tres de aquellas fotografías» las había tomado él, pero el resto no sabía, «puede que fuesen los propios críos». Es más, dijo que eran los pequeños los que le «pedían» que les tomara fotos antes de ir a la ducha.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular le preguntaron si en algún momento les había ordenado a los menores tomar diferentes posturas, a lo que contestó rotundamente con un no. Y sobre el material pedófilo encontrado en su ordenador, quiso decir que «sabía que descargar esas fotos estaba muy mal, pero mi intención no era causar daño alguno a nadie».

El fiscal pide para este hombre ya jubilado una pena de 9 años de prisión como autor de un delito de utilización de menores para elaborar material pornográfico y de otro de distribución de pornografía infantil. Por su parte, la defensa pide que no ingrese en la cárcel por los atenuantes de alteración psíquica, confesión y atenuación del daño.