Fernando Molezún: «Fue una conjunción astral: la crisis de Padre Rubinos, la económica y la ayuda de Amancio Ortega»

La Voz R.G.

A CORUÑA

El periodista descubre la nueva realidad del albergue, que tiene listas de espera para admitir a ancianos y niños

22 sep 2019 . Actualizado a las 10:24 h.

En el 2008, Fernando Molezún (A Coruña, 1976) publicó IBS Padre Rubinos: 90 años de caridad. Ahora relata el último decenio de la entidad. «No es una continuación, ni siquiera está escrito de la misma manera, aunque retoma el hilo donde se dejó el anterior», explica.

-Que era un momento crucial...

-Salió el libro y casi al día siguiente empieza la crisis económica, que afectó a Padre Rubinos más que a nadie. Primero como testigo de todo lo que trajo, y en segundo lugar porque en aquel momento se le exigía que se remodelase para ser accesible: casi estaba abocada al cierre porque tenía que hacer una inversión económica que no encontraba por ningún sitio.

-¿Cómo llegó la solución?

-Como una especie de conjunción astral: la crisis de Padre Rubinos, la económica y el apoyo de Amancio Ortega para responder a eso. Supongo que sin esos mimbres a lo mejor Ortega no habría entrado... Coincidió todo a la perfección y así pudo dar esa atención que se le reclamaba.

-Y que era cada vez mayor...

-Se habla en el libro de algo en lo que insistía mucho Eduardo Aceña [presidente de Padre Rubinos] que era el nuevo perfil de pobre: había pobres que nunca habían sido pobres, usuarios del comedor o del albergue y en general que no eran el perfil que tenía Padre Rubinos, que empezó como albergue de borrachos y ahora es un sitio que tiene listas de espera para admitir a ancianos y niños. Toda esa revolución es la que se cuenta en el libro.