¿Se avecina una nueva crisis de la basura en A Coruña?

Eduardo Eiroa Millares
Eduardo Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Los trabajadores de Albada asumen que habrá huelga y que Nostián no funcionará con el recorte de personal

22 nov 2019 . Actualizado a las 13:25 h.

El anuncio de Albada, la empresa que gestiona la planta de tratamientos de residuos de Nostián, de que prescindirá en enero de 40 trabajadores de su plantilla ha causado una enorme inquietud entre sus trabajadores, que se verán afectados por un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE). Pero también en un Ayuntamiento que depende de esa planta para el procesamiento de la basura que produce la ciudad y que, con una plantilla reducida drásticamente, no podrá hacer frente a la gestión de las toneladas de desperdicios que cada día llegan allí. 

Las consecuencias

Paros a la vista. Desde el comité de empresa esperan que la situación se reconduzca antes del 1 de enero, cuando entraría vigor el ERTE. Julio Martínez Maceiras, su presidente, indicó que lo que debe hacer el consistorio es acelerar los trámites del nuevo contrato de Nostián para tenerlo listo cuanto antes y darle una salida a la situación. El contrato de Albada finaliza el 31 de diciembre, pero el consistorio anunció una prórroga forzosa a la que la empresa respondió con el anuncio de ERTE. Si nada cambia, habrá huelga, con la consiguiente acumulación de basura sin tratar en Nostián. Y aún sin huelga, la plantilla que quede, dice Martínez, no será capaz de dar salida a todo lo que llega allí.  

Las causas

Retraso no justificado. El problema con Albada tiene similitudes con lo acontecido con Cespa -limpieza viaria- el año pasado. En el caso de Cespa, el servicio empezó a funcionar mal porque no se resolvía el nuevo contrato tras caducar el que estaba en vigor. La firma, sin saber si seguiría o no, no asumió las grandes inversiones en material necesarias para que la limpieza funcionara correctamente. En el caso de Albada, la compañía ya anunció que no quería seguir más allá del 31 de diciembre, cuando expira su contrato, porque no le resulta rentable. El problema es que para poder marcharse el Ayuntamiento tenía que haber sacado a concurso de nuevo el servicio para darle un relevo. Sin embargo, ni siquiera tiene los pliegos listos. Albada, obligada a seguir con el servicio, no quiere asumir pérdidas.  

Los afectados

Un tercio de la plantilla. Albada tiene a 105 personas fijas en plantilla. Con los eventuales y el mantenimiento externo suman unos 135 empleados, indican desde el comité. Eliminar 40 trabajadores supondría reducir en un tercio esa plantilla. «Que nadie espere que esto funcione quitando personal», avanzan desde el comité, que desde el lunes estudiará qué acciones legales podrá emprender para evitar los planes de la dirección.