Los policías que mataron a Diego Bello están contra las cuerdas

A CORUÑA

Diego Bello en la playa de Barrañán
Diego Bello en la playa de Barrañán

Alargan el proceso contra ellos al cambiar de abogado la víspera de presentar las alegaciones contra el informe que los incrimina

08 feb 2022 . Actualizado a las 19:30 h.

El pasado 31 de enero, los tres policías que supuestamente participaron en la muerte del coruñés Diego Bello en enero del 2020 en la isla de Siargao, en Filipinas, tenían que haber presentado las alegaciones que defienden su inocencia contra el informe que los incrimina. Pero no lo hicieron. Un día antes, cambiaron de abogado y la Justicia de aquel país se vio obligada a concederles un nuevo plazo. 

Cuando fueron interrogados, los tres dijeron exactamente lo mismo, reafirmándose en su primera versión. Reprodujeron casi de forma mimética el contenido del escueto atestado policial firmado por el capitán Wise Vicente Panuelos. En concreto, alegan que organizaron una redada frente a la casa de Diego Bello debido a que tuvieron el chivatazo de que era un narcotraficante. También insisten en que el coruñés, al darse cuenta de que estaba tratando con agentes de policía y no con compradores de droga, sacó una pistola de una riñonera e inició un tiroteo. 

Pese a esta versión, la Comisión de Derechos Humanos de Filipinas elaboró un informe en el que echa por tierra el atestado policial y considera que lo ocurrido en la noche del 8 de enero del 2020 fue un asesinato e, incluso, lo califica como «ejecución sumaria». La falta de pruebas convincentes también hizo que el fiscal del caso, Honey Delgado, presentara cargos de asesinato, falsificación de pruebas y perjurio contra el capitán Wise Vicente Panuelos, y los sargentos Ronel Azarcon Pazo y Nido Boy Esmeralda Cortes. También, recientemente, otro amplio informe elaborado por el NBI de Filipinas (la Oficina Nacional de Investigación, un organismo similar al FBI americano) desmonta punto por punto las acusaciones contra Diego e incide en que todo fue un montaje y que hubo una «conspiración para asesinar al joven».

Así las cosas, todo se va aclarando. Lo que todos los que conocían a Diego venían defendiendo desde que ocurrió la desgracia que todo aquello fue un crimen, ahora las autoridades de aquel país les están dando la razón, poniendo contra las cuerdas a los culpables.