Los vecinos de Monte Alto, en A Coruña, estallan y logran echar a los okupas de un narcopiso: «A ver si empezamos a vivir más tranquilos y seguros»

A CORUÑA

Tapian el narcopiso de la calle Washington
Tapian el narcopiso de la calle Washington A. M.

Tres hombres optaron a última hora de la tarde por abandonar la vivienda y la pareja que quedaba en el interior hizo lo mismo durante la noche. La Policía vigiló la vivienda hasta que quedó tapiada

09 feb 2024 . Actualizado a las 19:27 h.

Monte Alto estalló y la presión surtió efecto. Fueron necesarias horas de protestas y tensión a las puertas del narcopiso de la calle Washington para que todas las personas que había en su interior y que los vecinos vinculan con los robos y el aumento de la inseguridad en la zona, abandonasen la vivienda. Alrededor de las 20.00 horas lo hicieron tres hombres y, sobre las 2.30 horas, se marchó también la pareja que quedaba y había optado en un principio por resistir. El narcopiso quedó vacío. Los vecinos, que permanecieron en la calle hasta ver cómo los dos últimos okupas salían, se muestran satisfechos, pero expectantes todavía. «Sabemos que la droga es inevitable. Tienen la desgracia de ser drogadictos, pero si no hubiese robos todos los días, no hubiésemos hecho nada. Afortunadamente hemos conseguido que se marchen. A ver si ahora podemos empezar a vivir más tranquilos y seguros», señaló este miércoles por la mañana una vecina de la zona en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz. 

Varias patrullas de la Policía Nacional estuvieron este miércoles a las puertas del inmueble, vigilando que nadie volviese a entrar hasta que acudieron a tapiarlo alrededor del mediodía. «En los ochenta ya existía este problema, pero no robaban ni se metían con la gente mayor ni los niños. Salgo a trabajar a las siete de la mañana y salía con miedo», aseguró otra residente.

El martes fue un día largo para los vecinos de Monte Alto. Los vecinos y comerciantes habían convocado una cacerolada a las 17.00 horas en la plaza San José. La protesta, en la que se reclamaba más control policial en la zona y reforzar la lucha contra la inseguridad, se fue de las manos y terminó frente a uno de los supuestos narcopisos del barrio.

Más de 300 personas marcharon desde la plaza hasta la calle Washington, lugar en el que se encuentra el inmueble que denuncian los residentes. Algunos de los manifestantes comenzaron a golpear la puerta hasta que lograron echarla abajo. En ese momento, varios vecinos entraron en la vivienda, una casa de planta baja, y se encararon con los okupas que residen en ella. Estos tuvieron que atrincherarse al fondo del inmueble. Ante el incremento de la tensión entre ambas partes, hasta el lugar se desplazaron 12 agentes de la Policía Nacional, que acordonaron la zona. 

Nadie se quería ir. Pasadas cinco horas desde que los vecinos y comerciantes de Monte Alto se concentrasen frente a la narcocasa, los gritos no cesaban y los vecinos aseguraban que permanecerán en el lugar hasta que los okupas se vayan o los echen. Al frente del operativo, allí presente, estuvo el comisario provincial del Cuerpo Nacional de Policía en A Coruña, Fernando Javier Martínez Marty.

A medida que se ha ido complicando la situación, tres de las cinco personas atrincheradas en la casa de planta baja dijeron a los agentes que se querían ir. Entre los presentes en la calle, según indicaron algunos vecinos, se encontraba también, apartado de los manifestantes, el hombre que, supuestamente, dirige los narcopisos del barrio

 

Los okupas tiraron a la calle una maceta pequeña y una botella. «De aquí no nos vamos hasta que se vayan», decía un comerciante. Y muchos vecinos mostraron su malestar porque los policías no puedan entrar en la narcocasa. Sin una orden judicial no les está permitido, «pero desde el momento en que lanzaron objetos desde dentro, poniendo en serio peligro a las personas, ya es motivo suficiente», denunciaba otro vecino.

Pasadas las siete de la tarde, un mando de la Policía Local se acercó a un grupo de vecinos pidiéndoles que diesen por terminada la concentración. Les transmitió que los okupas le habían dado su palabra de que este miércoles abandonarán la casa. «El barrio sale ganando, que es lo que queremos», les dijo el agente. «Después de tres meses soportando esto, valoren si deben abandonar la zona porque los de dentro se irán mañana [por este miércoles]», añadió. La respuesta de los vecinos fue dispar. Unos veían con buenos ojos la propuesta policial, otro no. «Que se vayan ya, no mañana. Aquí nos quedamos», dijeron.

Mientras todo esto pasaba fuera, dentro, los policías hablaban con los okupas. «Se les ve nerviosos. Se quieren ir, pero temen ser linchados», señalaban fuentes policiales.

Una hora más tarde, al filo de las ocho, la policía sacó a dos hombres de la vivienda (y media hora después al tercero) y los protegió en un coche patrulla ante insultos de los vecinos, que aseguran que habían acudido allí a comprar droga. La orden de un mando al conductor de la patrulla: «Te los llevas y los dejas por ahí». Los okupas, sin embargo, continuaban en el interior de la vivienda y se negaban a abandonarla hasta este miércoles. «¡Con delincuentes no negociamos, si ellos se quedan, Monte Alto se queda!», gritaban los vecinos, que pasadas las nueve de la noche continuaban con su protesta.

A apenas quince minutos de las diez de la noche, fuentes de la policía explicaban que en el interior de la vivienda solo quedaban dos okupas, un hombre y una mujer. Ella, añadían, está embarazada y, según los vecinos, ha cometido varios atracos en el barrio. Hace dos meses, supuestamente y según los residentes concentrados ante la narcocasa, asaltó a un anciano en casa. «Quedan los peores», dicen los vecinos, que insisten en que si no salen, se quedan toda la noche. Finalmente, la pareja abandonó la vivienda a lo largo de la noche.